La Unión Europea (UE) y Japón se comprometieron hoy a cerrar «rápidamente» este año la negociación iniciada en 2013 de un acuerdo comercial, como medida para paliar reveses al libre comercio global como la retirada anunciada por Estados Unidos del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TTP).
El primer ministro nipón, Shinzo Abe, selló hoy este compromiso con las instituciones de la UE en Bruselas, donde viajó para intentar imprimir la voluntad política necesaria a fin de concluir una negociación abierta en 2013, pero que se encuentra bloqueada en aspectos clave desde diciembre.
Japón, que fue el primer país del TTP en ratificar ese acuerdo, ya ha dicho que ese pacto carece de sentido sin EEUU en él y busca otras vías de libre comercio con otros socios internacionales.
«La UE y Japón seguirán mirando hacia el mundo en lugar de volver al aislacionismo», manifestó el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, en una declaración a la prensa antes de la reunión.
Juncker aseguró que este acuerdo es «necesario porque creemos en un comercio libre, justo y basado en normas».
Según dijo, las negociaciones UE-Japón se encuentran en una etapa «decisiva y, esperamos, final».
Así, instó a que los equipos negociadores «hagan los progresos necesarios en las áreas pendientes» para que puedan alcanzar «rápidamente un acuerdo este año», de cara a la próxima cumbre UE-Japón, cuya fecha aún no precisó.
«Como dos de las cuatro principales economías del mundo, Japón y la UE están profundamente unidas por nuestro compromiso mutuo con mantener un sistema global de comercio abierto, libre y justo», declaró el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, quien añadió que esos valores les hacen «más fuertes a nivel internacional, especialmente en estos tiempos difíciles».
Abe enfatizó por su parte que «Japón y la comunidad internacional necesitan, más que nunca, una UE fuerte y unida».
Ante el «brexit», confió en que la negociación se lleve acabo con «transparencia y predictibilidad» y prevea un «periodo de transición que será importante para todas las partes relevantes», y que la cumbre del 60 aniversario del Tratado de Roma el próximo sábado sirva para «preservar la cohesión» de los 27 Estados miembros restantes.
La próxima ronda de negociaciones comerciales entre la UE y Japón tendrá lugar en Tokio en abril, momento a partir del cual los contactos «se intensificarán».
El acuerdo comercial UE-Japón se ha enfrentado a obstáculos «inesperados» desde el pasado diciembre que han impedido por el momento cerrarlo, según fuentes comunitarias.
Tokio mantiene exigencias como eliminar aranceles sobre los automóviles y componentes nipones, mientras que Bruselas insiste en que Japón abra las licitaciones de obras públicas a empresas de la UE o que rebaje sus tarifas sobre los productos agrícolas.
Además, la UE quiere incluir en el acuerdo su propuesta de un sistema de tribunales internacionales para resolver las disputas Estado-inversor, al estilo del contemplado ya en el tratado de libre comercio negociado con Canadá (CETA).
La patronal europea, BusinessEurope, celebró el compromiso de la UE y Japón en un comunicado y destacó que «en tiempos en que algunos políticos empiezan a rechazar apoyar los mercados abiertos y el comercio global», en referencia a la retirada de EEUU del TTP, ambos tienen una «oportunidad única» de mostrar que el comercio puede ser un «motor del crecimiento económico».
Por lo que se refiere al acuerdo de asociación estratégica que ambas partes negocian en paralelo, Juncker confió en que los trabajos para lograrlo puedan también concluir «con rapidez».
Para la UE, ese acuerdo político reflejará la posición de Japón como «socio estratégico» de la Unión en Asia sobre la base de los derechos humanos, la democracia y el estado de derecho. (EFE)
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