El 13 de marzo, un estadounidense de 27 años llegó a Japón para buscar trabajo como barman. Al día siguiente ya estaba metiéndose en problemas.
El día 14, el hombre, en estado de ebriedad, subió a un taxi en Tokio y para no pagar la tarifa de 6.500 yenes (57,6 dólares) por el servicio, le torció el brazo al conductor y huyó.
Sin embargo, unos 10 minutos más tarde, el estadounidense volvió a entrar en el mismo taxi por accidente. El chofer intentó llevarlo a la policía, pero el hombre lo golpeó y nuevamente se escapó.
El estadounidense no llegó lejos, pues la policía lo capturó, detalló Tokyo Reporter.
El hombre fue arrestado, pero dice que no recuerda nada de o ocurrido porque estaba borracho. (International Press)
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