En diciembre pasado, el kínder Tsukamoto, ubicado en Osaka, distribuyó entre los padres de sus alumnos declaraciones escritas en las que se refería a los chinos y coreanos como personas con “ideas malvadas”.
Además, utilizaba el término peyorativo shinajin para referirse a los chinos.
Como si lo anterior no fuese suficiente agravio, en su sitio web aludía a los padres chinos y coreanos como “exdelincuentes”.
Tras la lluvia de críticas recibidas, el kínder se disculpó por el uso de expresiones sobre los extranjeros “que podrían dar lugar a malentendidos”, informó Japan Times. (Ahora resulta que los insultos son malentendidos).
Detrás de la xenofobia del kínder están su director, Yasunori Kagoike, y la esposa de este. Ambos fueron interrogados por un funcionario del gobierno de Osaka bajo sospecha de difusión de expresiones de odio.
El caso ameritó la intervención del gobernador Ichiro Mastui, que instó a Kagoike a no utilizar un lenguaje despectivo.
«Aunque tenemos el derecho a la libertad de expresión, no debemos usar expresiones vulgares», dijo.
Kagoike, al parecer, pertenece a un grupo de derecha conocido como Nippon Kaigi.
Los alumnos del kínder deben memorizar el Decreto Imperial de Educación, un edicto 1890 que se utilizó para fomentar la educación militarista en Japón antes y durante la Segunda Guerra Mundial. (International Press)
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