La Real Academia Española define el sadismo (segunda acepción) como “crueldad refinada, con placer de quien la ejecuta”. El término puede aplicarse a Kenji Ojima (24) y Ryota Karamura (25), dos hombres que tienen como “afición” disparar a personas con un arma de aire comprimido para disfrutar de su dolor.
El viernes, alrededor de las 5:40 p. m., en la ciudad de Kawaguchi, Saitama, los dos hombres dispararon varias veces a una estudiante de 13 años desde un automóvil.
Ojima y Karamura, arrestados e interrogados por la policía, dijeron que les daba placer ver el dolor que causaban las balas en la menor, informó Tokyo Reporter.
La policía está investigando si el par también es responsable de varios casos similares (la víctima, un peatón; el atacante dispara desde un carro) reportados en la ciudad la semana pasada. Una de las víctimas fue una chica de 16 años.
Los hombres, que trabajan en una misma compañía, fueron identificados por las descripciones del vehículo desde el que disparaban. (International Press)
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