Una bonita historia para renovar la confianza en la amabilidad de las personas. La contó, en primera persona, @ameni1952.
El hombre estaba viajando en un tren rumbo a su trabajo. Vencido por el sopor, a punto de caer dormido, le pidió a un pasajero que estaba sentado a su lado si le podía hacer el favor de despertarlo en la estación de Kikuna, Yokohama.
El tuitero se durmió y en la estación indicada fue despertado… por otra persona, que estaba sentada a su lado. ¿Qué había ocurrido? Que el anterior pasajero se bajó antes y le encargó al segundo pasajero que lo despertara.
Gratamente sorprendido, @ameni1952 hizo pública la historia en Twitter -que fue reproducida en el sitio RocketNews24- y lamentó no haber podido expresar su gratitud al primer pasajero.
Para destacar dos cosas: primero, la amabilidad del primer usuario. Otro, en su lugar, si tenía que bajarse en una estación anterior, se hubiera desentendido del asunto. En vez de eso, transmitió el encargo a otro pasajero. Y segundo, la amabilidad de esta persona. Imagínate que un extraño se te acerque en un tren y te pida que despiertes a otro extraño al llegar a una determinada estación. No cualquiera lo haría. (International Press)
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