China rindió homenaje el martes a las víctimas de la masacre de Nankín de 1937, en el 79 aniversario de la toma de esa ciudad por parte de las tropas japonesas.
Unas 300.000 personas, según Pekín, fueron asesinadas por el Ejército japonés en las seis semanas siguientes a la entrada, el 13 de diciembre de 1937, de las tropas niponas en la entonces capital china, que fue saqueada y quedó destruida.
«Estamos hoy aquí por la memoria de las víctimas inocentes de la masacre de Nankín y por todos aquellos que fueron asesinados por los invasores japoneses», dijo Zhao Leji, jefe del Departamento de Organización del Partido Comunista, en una ceremonia solemne en el monumento erigido en Nankín.
Los actos de homenaje, empañados por la lluvia, empezaron con un toque de sirenas que los centenares de asistentes escucharon en silencio y con las banderas a media asta.
A continuación, soldados chinos realizaron una ofrenda floral a las víctimas y, tras los discursos oficiales, la conmemoración terminó con el sonido de la campana de la paz y una suelta de palomas.
Según la historiografía oficial china, los soldados japoneses violaron a entre 20.000 y 30.000 mujeres y niñas en esta ciudad, por lo que este episodio también es conocido en el país como «la violación de Nankín».
Las autoridades chinas siguen exigiendo, casi ocho décadas de aquellos hechos, una disculpa sincera por parte de Japón, que el año pasado amenazó con retirar su financiación a la Unesco cuando este organismo incluyó la matanza de Nankín en su registro de la Memoria del Mundo.
«Cualquier acto de horror que intente atemperar la historia, denegar los violentos crímenes o revertir el veredicto sobre la guerra agresiva será condenado y rechazado por el pueblo chino y por todas las gentes que aman la paz y la justicia en todo el mundo», agregó Zhao en declaraciones reproducidas por la televisión oficial CCTV. (EFE)
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