La Universidad de Tokio Gakugei sancionó a cinco trabajadores de un koko que opera por no actuar de manera apropiada frente a un caso de ijime que dejó a un estudiante con la muñeca rota, informó Mainichi Shimbun.
Los graves hechos ocurrieron el año pasado.
En septiembre de 2015, el estudiante presentó una denuncia oficial en la que daba cuenta de que fue víctima de bullying en la escuela, incluyendo agresiones físicas por parte de varios alumnos.
Una investigación realizada por un grupo independiente determinó que tanto la escuela como la universidad no reaccionaron adecuadamente.
En concreto, tardaron en reconocer la gravedad de la situación y, en consecuencia, en reportar el caso al Ministerio de Educación.
Entre los sancionados con el recorte de sus salarios y otras medidas disciplinarias figura el entonces director del koko. (International Press)
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