Empresas esperan que el nuevo feriado impulse el consumo
En mayo de 2014, el Parlamento de Japón promulgó una ley que declara el 11 de agosto como Día de la Montaña desde 2016.
El día feriado fue establecido para que los japoneses visiten y revaloricen sus montañas, que ocupan alrededor del 70 % de su territorio.
Quienes se están preparando para tener un día jugoso son los negocios, entre ellos los vinculados al sector turístico, gracias a personas como la profesora Ayako Kobayashi (33), que ha gastado más de 700 dólares en un saco de dormir, colchones, mochila y alimentos para escalar el monte Kitadake en la prefectura de Yamanashi.
Además, piensa desembolsar otros 1.000 dólares para comprar una tienda de campaña para dos y una mochila más grande para la próxima vez.
Un alto precio que, declara a Bloomberg, vale la pena.
«No puedo encontrar las palabras para describir la sensación de logro en la cumbre de la montaña. Me da más confianza», dice.
«Cuanto más duro para vivir se vuelve el mundo, más fuerte es la demanda por salir al aire libre. Y cuanto más digital se hace el mundo, mayor es la necesidad de la gente de ‘algo real’”.
El Día de la Montaña llega días antes del festival del Obon, el periodo de vacaciones de verano en Japón.
El economista Toshihiro Nagahama calcula que entre el Día de Montaña y el Obon los japoneses gastarán alrededor de 820.000 millones de yenes (8.103 millones de dólares) en alojamiento, transporte, ocio, etc.
Nagahama afirma que los japoneses no suelen aprovechar las vacaciones remuneradas, y que incluso cuando las toman no saben bien cómo hacer uso de ellas. “El Día de la Montaña animará a la gente a tomar vacaciones más largas y a salir a la calle, lo que sin duda impulsará el consumo», dice.
Por su parte, Asahi Group, el mayor fabricante de bebidas de Japón, cree que el Día de la Montaña estimulará las ventas de cerveza y comida. No solo espera que los escaladores visiten las montañas, sino también familias y niños.
Mientras tanto, Snow Peak, que fabrica estufas de titanio y otros equipos de campamento, cree que el aumento del número de japoneses que realizan actividades al aire libre impulsará sus beneficios. Sus acciones han subido casi siete veces desde su salida a Bolsa en 2014 y estima que sus ventas de este año superarán los 9.500 millones de yenes (93,88 millones de dólares).
Toru Yamai, presidente de la compañía, declara a Bloomberg: «Nuestra industria da la bienvenida a la creación del Día de la Montaña. Cuanto más duro para vivir se vuelve el mundo, más fuerte es la demanda por salir al aire libre. Y cuanto más digital se hace el mundo, mayor es la necesidad de la gente de ‘algo real’”.
Las ventas de artículos relacionados con el montañismo y el campamento ascendieron a la cifra récord de 200.000 millones de yenes (1.980 millones de dólares) en 2015, la mayor desde que se comenzó a recolectar datos en 1982.
El techo para el sector es alto, pues solo el 6 % de la gente de Japón son campistas activos.
Los impulsores del nuevo día afirman que la cultura japonesa se basa en las montañas y el océano, y que a través del feriado se busca que los ciudadanos adquieran mayor responsabilidad sobre la importancia de preservar la naturaleza para las generaciones futuras.
Aunque los japoneses tienen fama de trabajar mucho, su país es uno de los que más días festivos tiene. Entre los 16 que registra su calendario (incluyendo el Día de la Montaña), figuran feriados singulares, como el Día Verde (comunión con la naturaleza), el Día del Mar (para dar gracias a la generosidad del océano) y el Día de la Salud y el Deporte (en honor a los Juegos Olímpicos de Tokio 1964). (International Press)
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