«Éste es un caso que no debería haber ocurrido, y es totalmente imperdonable», dice Abe
El Gobierno nipón propuso medidas para evitar que se repita una masacre como la perpetrada en una residencia de discapacitados el pasado martes por un extrabajador del centro, que causó la muerte de 19 internos y heridas a otros 26.
En una reunión del Ejecutivo convocada por el primer ministro Shinzo Abe, se trataron acciones concretas como reforzar la seguridad en los centros que acogen a discapacitados, así como mejorar los sistemas de seguimiento de personas a quienes se haya diagnosticado patologías psiquiátricas consideradas peligrosas.
«Éste es un caso que no debería haber ocurrido, y es totalmente imperdonable», dijo Abe en su intervención en la reunión, recogida por la agencia japonesa Kyodo.
El primer ministro nipón apostó por revisar los protocolos para casos como el del supuesto autor de la matanza, quien meses antes del crimen estuvo internado en un hospital psiquiátrico después de que los especialistas consideraran que podía dañar a los demás o a sí mismo.
El sospechoso, Satoshi Uematsu, fue dado de alta doce días después de su internamiento a mediados de febrero tras evaluarse que su conducta ya no suponía ningún riesgo.
En la misma línea, el gobernador de la prefectura de Kanagawa -en la que tuvo lugar la matanza- admitió que hubo «posibles problemas» en el intercambio de información entre los especialistas médicos y las autoridades locales, lo que dio lugar a que Uematsu fuera dado de alta.
En febrero, Uematsu fue investigado por la policía y sometido a pruebas psiquiátricas que desembocaron en su internamiento a raíz de una carta que escribió a un diputado local, en la que se ofrecía para matar a cientos de discapacitados y detallaba el modus operandi del crimen que cometió el pasado martes.
Uematsu también había comentado a compañeros de trabajo y conocidos su opinión favorable a practicar la eutanasia a los discapacitados en fechas previas a su internamiento el 19 de febrero.
Asimismo, durante su estancia en el hospital psiquiátrico, el sospechoso se declaró interesado en el nazismo por el modo en que éste trataba a las personas con discapacidad, según señalaron fuentes de la investigación a la agencia Kyodo.
En la madrugada del pasado martes, Uematsu irrumpió en una residencia de discapacitados psíquicos de la localidad de Sagamihara (a unos 50 kilómetros al oeste de Tokio), y tras inmovilizar al personal de guardia atacó a sus ocupantes a cuchilladas, y posteriormente se entregó en una comisaría cercana.
«Después de eliminar a 260 personas en las dos instalaciones, me entregaré», anunciaba Uematsu en su carta firmada el 14 de febrero, quien a continuación explicaba que su objetivo es «lograr un mundo en el que las personas con discapacidades múltiples puedan recibir la eutanasia (…)». (EFE)
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