El Barcelona deberá esperar a la última jornada, en el estadio del Granada, para saber si es campeón de Liga tras golear por 5-0 a un flojo Espanyol que, a pesar de su abultada derrota, certificó su salvación.
El equipo de Luis Enrique se jugará todo en el último partido en Granada, ya que en esta penúltima jornada no se han dado las tres condiciones que necesitaba para revalidar el título: ganar al Espanyol, que el Atlético perdiese y que el Real Madrid no pasase del empate.
El Barcelona cumplió y el Atlético perdió, pero el Real Madrid ganó al Valencia.
De esta forma, con el Atlético de Madrid ya sin opciones de ser campeón, el Barça se jugará la Liga con el Real Madrid, con la ventaja de que depende de él y que si gana o logra el mismo resultado que el equipo blanco, o con un empate y una derrota madridista, el título será suyo.
El Barcelona apostó por no dar respiro al Espanyol desde el primero minuto, ante un rival que se fue atrás sin ningún disimulo, apostando todo a alguna genialidad de Caicedo.
En una de las internadas que probó Messi, Víctor Álvarez cometió falta al argentino, quien la ejecutó a la perfección y la convirtió en gol (1-0).
Al Barça le costaba maniobrar en el centro del campo, pero acumuló acciones de peligro, como una de Neymar a la media vuelta, y en dos faltas directas, en las que Messi y el brasileño no estuvieron acertados.
En el minuto 23, una nueva acción enmarañada en el área de Pau acabó con un centro de ‘rabona’ de Neymar al que Suárez no llegó y que Messi no pudo encañonar a placer.
El Barcelona jugó bien hasta el minuto 30, cuando el Espanyol se estiró y en poco tiempo montó dos acciones peligrosas, con una media vuelta de Caicedo sin mucha puntería, en la que Piqué estuvo certero aguantando al arete españolista, y en otra en la que una falta de Víctor Álvarez inquietó a Ter Stegen y que Piqué acabó desbaratando.
Galca movió el banquillo en el arranque del segundo acto con la entrada de Gerard Moreno por Caicedo, dejando a Hernán Pérez solo en punta, pero pronto al Espanyol se complicó la vida en un robo de pelota de Alves. Messi habilitó a Suárez, quien dentro del área fusiló a placer a Pau (2-0).
Un minuto después, desplomado el Espanyol, el Barcelona fue a por el tercero, y Messi, que vio un pase imposible a Suárez, volvió a dejar al uruguayo solo ante Pau, que en esta ocasión estuvo muy acertado para molestar el intento de regate del ariete barcelonista.
El Barcelona elaboró una acción de filigrana al primer toque entre Alves, Messi y Neymar, que murió en un último pase, pero que levantó los aplausos en un frío graderío, a pesar de reunirse más de 91.000 aficionados, que animaron un poco más cuando otra vez Suárez marcó de cabeza, tras una posible falta del uruguayo, en un córner (3-0).
El Barça cambió a los dos interiores con la entrada de Arda y Rafinha y el brasileño recibió de inmediato un regalo del meta españolista, cuando en un balón fácil de detener en el suelo se le escapó al rebotarle en el pecho y el pequeño de los Alcántara marcó a placer (4-0).
El Barcelona remató el partido con un gol de Neymar (5-0), tras un pase largo de Suárez. (Àlex Santos / EFE)
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