Toyota registra un espectacular avance de 9,6 por ciento
Ramón Abarca / EFE
La Bolsa de Tokio salió el lunes de una intensa e histórica racha de pérdidas y lo hizo con un fuerte impulso, sumando un 7,16 por ciento, más de 1.000 puntos, su mayor avance desde septiembre de 2015.
En un ambiente de fuerte volatilidad de los mercados, el ánimo de los inversores se disparó en un primer momento gracias al optimismo generado el viernes en Wall Street, donde los principales indicadores cerraron con subidas, y se consolidó más tarde por la recuperación del dólar frente al yen.
La caza de gangas y una evidente corrección, según los analistas locales, fue otro de los factores que llevaron al Nikkei a subir de manera récord tras las pérdidas de una semana fatídica, la pasada, en la que el Tokio se dejó más de un 11 por ciento, su peor racha desde la crisis financiera de 2008.
El índice Nikkei llegó a ganar durante la sesión del lunes más de un 8 por ciento y acabó cerrando con un avance de 1.069,97 enteros, un 7,1 por ciento, hasta 16.022,58 puntos.
Se trata de una de las mejores sesiones de la historia del selectivo tokiota, cuyo récord data del 14 de octubre de 2008, cuando avanzó más de un 14 por ciento en un sólo día.
El Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, ganó 95,95 puntos, un 8,02 por ciento, hasta las 1.292,23 unidades, lo que supone el mayor avance del segundo indicador desde octubre de 2008.
Esta jornada de euforia coincidió con la publicación justo antes de la apertura de los mercados de los decepcionantes datos del producto interior bruto (PIB) de Japón en el último trimestre del año pasado, algo que, sin embargo, no ha conseguido minar el ánimo de los inversores.
Según los datos publicados por el Gobierno, la economía nipona se contrajo entre octubre y diciembre de 2015 un 1,4 por ciento a ritmo anual debido, sobre todo, a la caída del consumo doméstico, lo que ha vuelto a dibujar un horizonte incierto para «Abenomics», la estrategia económica impulsada por el Ejecutivo que lidera Shinzo Abe.
«El apetito por el riesgo ha vuelto gracias al dato de que las ventas de minoristas aumentaron en EEUU en enero por encima de las previsiones», explicó a Kyodo el analista Nobuhico Kuramochi, de Mizuho Securities, que considera que esto ha cambiado la percepción de los inversores sobre el devenir de la primera economía del mundo.
Los analistas coincidieron, sin embargo, en que el aspecto que más ayudó a impulsar el parqué tokiota fue la depreciación de la divisa local frente al dólar durante la tarde, cuando el billete verde se cambiaba en la franja alta de los 113 yenes.
La moneda japonesa tocó la semana pasada su máximo nivel desde octubre de 2014 con respecto al dólar, lo que dañó mucho la cotización de las compañías exportadoras niponas e invadió de pesimismo a Tokio.
La anunciada medida del Banco de Japón de aplicar un interés negativo a los depósitos de las entidades financieras entrará oficialmente en vigor el martes y esto, según los expertos, podría ser una de las razones por las que el yen se ha debilitado.
Precisamente este era una de los objetivos del banco emisor nipón cuando anunció a finales de enero la medida, que siguió la ruta del Banco Central Europeo (BCE) y que hasta ahora había creado bastante desconfianza por el temor a que los tipos negativos mermen los beneficios de las entidades bancarias.
Este clima de desconfianza hizo que la semana pasada muchos inversores buscaran refugio en valores considerados seguros como el yen y en la deuda nipona, lo que disparó la divisa japonesa frente al dólar.
El optimismo generado por el retroceso del yen frente al billete verde se vio reflejado en los resultados de Toyota, el líder mundial del motor, que consiguió sumar un espectacular 9,6 por ciento, y el gigante de la tecnología Panasonic, que ganó un 10,7 por ciento.
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