Incremento se debe especialmente a compras de inversores europeos
La deuda soberana japonesa en manos extranjeras alcanzó los 101 billones de yenes (765.372 millones de euros/835.466 millones de dólares) el pasado septiembre, lo que supone un 16,5 por ciento interanual más, según datos publicados por el Banco de Japón (BoJ).
El incremento de este volumen responde a las compras realizadas especialmente por inversores europeos, según detalló hoy el diario económico Nikkei.
En total, la proporción de títulos en manos foráneas supone un 9,8 por ciento de los 1,03 trillones de yenes (7,81 billones de euros/8,51 billones de dólares) en circulación.
También ha aumentado un 22,9 por ciento desde diciembre de 2012, cuando llegó al poder el actual primer ministro, Shinzo Abe, que impulsó la puesta en marcha de un programa de compra masiva de activos -incluida deuda nipona- como parte de su programa de regeneración económica bautizado como «Abenomics».
Tradicionalmente la inmensa mayoría de la deuda japonesa queda en manos de acreedores locales, lo que mantiene precios y rendimientos aislados de los movimientos del mercado global y brinda al país asiático uno de los menores costes de financiación del mundo
El programa de flexibilización a gran escala del BoJ, por el cual ha incrementado progresivamente la adquisición de deuda, ha reforzado la confianza hacia el bono japonés de los extranjeros, convencidos de que en cualquier momento pueden colocarle sus títulos a la entidad.
Por otro lado, los europeos están entre aquellos que se han mostrado más interesados por la deuda japonesa, dado que el rendimiento del bono germano ha caído mucho en los dos últimos años y el diferencial de tasas entre Alemania y Japón se ha encogido en los últimos tiempos del 1,3 al 0,3 por ciento.
Entre los principales compradores en el último año se cuenta el Fondo de Pensiones del Gobierno de Noruega, que ha incrementado su cartera en un 11 por ciento interanual hasta los 3,2 billones de yenes (24.247 millones de euros/26.477 millones de dólares).
Se espera que empiece a aumentar también el interés de los inversores estadounidenses, que ahora pueden obtener más beneficios incluso con los rendimientos bajos del bono nipón a raíz de que la subida de tipos en la primera economía del mundo haya abaratado el yen frente al dólar. (EFE)
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