Asesinos tenían que cuidar a sus parientes las 24 horas del día
El diario Mainichi Shimbun investigó los casos de 44 personas con discapacidad en Japón que fueron asesinadas entre 2010 y 2014 por un miembro de su familia que las cuidaba.
En 20 de ellos, el pariente encargado de cuidar a la persona discapacitada tenía que hacerlo durante todo el día.
Los resultados del estudio plantean preguntas acerca de los posibles efectos de la privación del sueño en la salud psicológica y física de los cuidadores, algunos de los cuales sufrían depresión en la época en que cometieron los crímenes, y sacan a la luz la difícil situación de las personas que deben cuidar a parientes con una discapacidad grave.
Estos cuidadores estaban de guardia las 24 horas del día y sufrían por falta de sueño. En muchos casos, las víctimas con demencia grave u otro tipo de enfermedades chillaban o gritaban en medio de la noche.
La prolongada privación del sueño desestabilizó psicológicamente a los asesinos.
Los casos de personas que asesinan a parientes discapacitados que tenían que cuidar (algunos se suicidan después) ocurren con alarmante frecuencia.
En los 24 casos restantes, no se pudo determinar si el asesino sufría de privación del sueño. Sin embargo, en 35 muertes la fatiga fue la principal causa del asesinato, lo que sugiere que la falta de sueño influyó en la mayoría de casos. En los otros nueve casos, se estableció que los asesinos tenían una visión pesimista sobre su futuro debido a su pobreza.
La policía japonesa tiene registrados 371 asesinatos e intentos de asesinato por este tipo de casos desde 2007. Hay 46 incidentes en promedio cada año (cerca de uno cada ocho días) y representan el 3-6 % de todos los homicidios en Japón.
De acuerdo con datos del Ministerio de Salud correspondientes al pasado año fiscal, unas 3,52 millones de personas eran cuidadas en casa. Se estima que la cifra subirá a 4,9 millones para el año 2025. (International Press)
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