Primer ministro japonés asegura que explicará con detalle la controvertida legislación
La Cámara Alta de Japón aprobó hoy la más importante y polémica reforma militar en el país desde el fin de la II Guerra Mundial entre enérgicas protestas de la oposición y de parte de la ciudadanía, que consideran que vulnera la Constitución pacifista.
La medida permitirá a las Fuerzas de Auto Defensa (Ejército) defender a aliados y prestarles apoyo logístico si son atacados o participar en operaciones de seguridad de la ONU, algo hasta ahora limitado por el artículo 9 de la Carta Magna.
La sesión plenaria y la votación definitiva de la enmienda se han extendido hasta pasada la medianoche (hora local), tras dos días de áspera tramitación que han causado varias trifulcas entre parlamentarios, con miles de manifestantes que se han agolpado a las puertas del hemiciclo para protestar por la reforma.
La medida ha sido impulsada por el Ejecutivo del primer ministro conservador, Shinzo Abe, y aprobada gracias a la sólida mayoría parlamentaria que tiene junto a su socio de coalición, el budista Nuevo Komeito.
Para poder tramitar el paquete legislativo, su Gabinete aprobó el año pasado una reinterpretación del artículo 9 de la Constitución que ha sido criticada por la ciudadanía y los partidos de la oposición y cuestionada por expertos nipones en derecho constitucional.
«Esta reforma es necesaria para proteger la vida del pueblo nipón, al que le seguiré explicando con calma y detalle su contenido», dijo Abe en declaraciones recogidas por la cadena pública NHK al término de la sesión plenaria en la Cámara Alta.
Abe ha defendido la necesidad de aprobar esta reforma para hacer frente a un panorama regional en el que China gana cada vez más peso militar y Corea del Norte sigue adelante con su programa nuclear y de misiles.
Pese al descontento de buena parte de los japoneses -más de la mitad rechaza la reforma, según las encuestas-, aliados como Estados Unidos o la Unión Europea (UE) consideran positiva la medida porque refuerza el papel de Tokio como aliado militar.
Desde el final de la II Guerra Mundial en 1945, en la que Japón fue derrotado, Japón apostó por el pacifismo y lo plasmó en ese artículo 9 de su Constitución, que hasta ahora solo permitía al país usar la fuerza para defenderse. (EFE)