Obras comenzarán a finales de 2016
El Gobierno nipón aprobó hoy su nuevo plan para la construcción del estadio olímpico para Tokio 2020, que recorta su presupuesto aproximadamente a la mitad del proyecto anterior, y rebaja su aforo a 68.000 asientos fijos en lugar de 80.000.
El estadio, que será la sede central de Tokio 2020, contará con un presupuesto de 155.000 millones de yenes (1.131 millones de euros/1.286 millones de dólares), según la hoja de ruta aprobada hoy por el Ejecutivo.
Esto supone casi la mitad que el proyecto anterior desechado, que se disparó hasta los 252.000 millones de yenes (1.855 millones de euros/2.063 millones de dólares), mientras que su aforo será también inferior al inicialmente previsto, aunque podrá ampliarse hasta las 80.000 personas con gradas supletorias.
El Gobierno también se ha marcado el objetivo de terminar la construcción de las nuevas instalaciones para enero de 2020, tal y como le había solicitado el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), John Coates, durante una reunión en la capital nipona el pasado día 25.
«Hemos conseguido una reducción significativa del gasto en unos 100.000 millones de yenes (730 millones de euros/830 millones de dólares)», afirmó el primer ministro nipón, Shinzo Abe, durante la reunión de su Gabinete en la que se dio luz verde al plan.
A mediados del mes pasado, el Gobierno decidió retomar desde cero el proyecto del nuevo estadio olímpico, tras un aluvión de críticas debido a su magnitud y coste excesivo, el doble de lo presupuestado originalmente.
El proyecto original, de la arquitecta anglo-iraquí Zaha Hadid, contaba con techo retráctil y una capacidad para 80.000 personas, aunque su aforo y sus características técnicas fueron rebajados paulatinamente en un intento de reducir su coste.
El Ejecutivo nipón elegirá ahora un nuevo diseño en un concurso público que se abrirá en septiembre y se cerrará en noviembre, y prevé que la construcción del estadio comience hacia finales de 2016.
A la hora de aprobar las líneas generales para el nuevo proyecto, el Gobierno ha decidido «dar prioridad a los atletas» y «concentrarse en las funciones necesarias para los deportes», afirmó el primer ministro nipón en declaraciones recogidas por la cadena estatal NHK.
«De ahora en adelante vamos a revisar bien todos los procesos, sobre todo los necesarios para la construcción, e iremos explicando su estado en cada momento», afirmó Abe, quien trató así de dejar atrás las críticas sobre la elección del proyecto anterior y de las empresas contratadas para las obras.
El plan aprobado por el Gobierno también establece que el estadio estará únicamente cubierto en las zonas de asientos para espectadores, y que su pista de atletismo será desmontable.
Estas características facilitarían que las instalaciones se usen para otros deportes y eventos después de Tokio 2020, cuando el estadio pasaría a manos privadas, según los planes del Ejecutivo nipón.
El Gobierno también ha decidido incluir la posibilidad de ampliar su aforo hasta los 80.000 espectadores con gradas provisionales con el objetivo de presentar una futura candidatura a acoger un Mundial de fútbol, según consta en el documento.
Asimismo, la construcción del nuevo recinto, que se ubicará sobre el antiguo estadio de los JJOO de Tokio de 1964, será compartida entre el Ejecutivo local y el del Área Metropolitana de Tokio. (EFE)
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