A través de insignias homenajean a los personajes que aman
Los pines se están poniendo de moda entre las jóvenes. Las chicas llenan sus bolsos y mochilas de insignias metálicas con imágenes de sus personajes favoritos de videojuegos, anime y manga.
Cubiertos íntegramente, los bolsos ni se ven.
Para muchas chicas es una forma divertida y económica para expresarse y rendir homenaje a las historias y personajes que aman, explica el diario Nikkei.
Una estudiante de Yokohama, cuya mochila tiene unas cien insignias metálicas, dice que estas la hacen feliz. Sus pines tienen imágenes de Natsuki Shinomiya, personaje del videojuego «Uta no Prince-sama».
La chica de 18 años explica que su hobby no consiste simplemente en juntarlos, también disfruta del tiempo que dedica a conseguirlos y organizarlos. No es que los coloca como sea, a lo que salga. No. La chica puede pesar días hasta encontrar un orden.
Si los pones aleatoriamente, con el tiempo puedes sentir la necesidad de quitarlos y empezar de nuevo. Hay que saber manejar el espacio.
Hay otro asunto, no menor. El peso de un pin insignificante, pero si son cien…
Esta moda o manía, como quiera llamarse a esto, no solo atrae a adolescentes. Una cuidadora de niños de 30 años que reside en Kanagawa es tan fanática que no le basta con ser una seguidora, también quiere ser la mejor.
¿Cómo se explica todo esto?
Takayuki Fujimoto, profesor asociado de filosofía de la Universidad de Toyo y experto en la cultura otaku, declara a Nikkei que los bolsos decorados son una forma que encuentran las jóvenes para mostrar sus gustos o preferencias con orgullo. Además, los pines son baratos y fáciles de conseguir.
Ojo, aunque la mayoría de estos adornos son relativamente baratos, hay excepciones. Algunos pueden costar de 10.000 a 15.000 yenes (de 79 a 119 dólares). La cuidadora de niños de Kanagawa dice que una vez gastó cientos de miles de yenes en este tipo de productos en solo un mes.
Sin embargo, hay otra manera de conseguir pines. Como las figuritas de álbumes que intercambiábamos con amigos o compañeros de escuela cuando éramos niños, las insignias se pueden canjear, incluso entre extraños. Si ves a una persona con su bolso o mochila lleno de pines y con gustos similares a los tuyos, puedes acercarte a ella y quizá conseguir la insignia que estabas buscando a cambio de algo que tú puedas ofrecerle. Cuestión de negociar.
Los pines metálicos son piezas valiosas de colección (para sus fans, claro), así que hay que protegerlos. Las más afanosas les ponen encima cubiertas transparentes para que no se deterioren. Recientemente se ha lanzado una cobertura de plástico especialmente diseñado para protegerlos. El mercado siempre encuentra nuevos productos para vender. (International Press)