Director enfatiza que Japón debe seguir “la senda de la no violencia”
El reconocido director de animación nipón Hayao Miyazaki defendió el carácter pacifista de la Constitución japonesa, para garantizar que el país «sigue por la senda de la no violencia» y dejar atrás el «el sufrimiento y la devastación» de la II Guerra Mundial.
Miyazaki se refirió así a la controvertida reinterpretación de la Carta Magna que ha impulsado el primer ministro nipón, Shinzo Abe, destinada a conceder un papel más activo a las tropas niponas en conflictos internacionales.
La actual Constitución nipona «surgió tras un momento de enorme y terrible devastación» y supuso el «establecimiento de la paz tras una época de mucho sufrimiento», afirmó el realizador nipón, de 74 años, en una rueda de prensa celebrada en Tokio.
Considerado el gran maestro de la animación nipona, el director ya retirado compareció ante los medios extranjeros de manera excepcional para hablar principalmente de las políticas de Defensa del Gobierno de Japón.
«Quizás la renuncia a la violencia sea difícil de entender para los jóvenes. Pero para quienes experimentamos el sufrimiento (de la guerra), representa el deseo de que evitar que se vuelva a repetir», señaló el director de filmes como el oscarizado «El viaje de Chihiro».
La temática antibelicista y de defensa de la naturaleza está presente en muchas de las obras de Miyazaki, quien también lidera una iniciativa ciudadana para evitar el traslado de una de las bases militares estadounidenses en el archipiélago de Okinawa (sur de Japón).
«Más de la mitad de la población local es contraria a la presencia de tropas estadounidenses. Vamos a hacer lo posible para que deje de haber permanentemente instalaciones militares», afirmó el creador.
Miyazaki es una de las personalidades que encabeza el «Fondo Henoko», creado el pasado abril por habitantes de la principal isla de la prefectura de Okinawa para recolectar donaciones e impedir que la base aérea de Futenma sea trasladada a la bahía de Henoko, en la localidad de Nago.
Japón y EEUU ultimaron un acuerdo la pasada década para trasladar a Nago la base de Futenma, pese a las protestas de la población local, que se niega a acoger las instalaciones por su impacto ambiental.
Okinawa alberga a más de la mitad de los cerca de 48.000 efectivos que EEUU mantiene en Japón, y un 20 por ciento del suelo de la isla principal del archipiélago es terreno militar estadounidense. (EFE)