Está orgulloso de su trabajo, aunque cree que fue imprudente
Junichi Goto dijo hoy que albergaba esperanzas en que su hermano Kenji Goto, el periodista nipón ejecutado por el Estado Islámico (EI), fuera liberado mediante las negociaciones entre los Gobiernos japonés y jordano con ese grupo terrorista.
«Ya estaba preparado (para recibir la noticia de su ejecución). Aun así, al empezar las negociaciones esperaba que en el fondo iban a poder salvarlo y que podría regresar (a Japón)», dijo Junichi Goto, de 55 años, a la cadena pública NHK.
Esta semana, el EI había exigido la liberación de la terrorista Sayida al Rishawi, condenada a muerte en Jordania, a cambio de liberar a Goto y al piloto jordano Muaz Kasasbeh, también en manos del grupo.
Ammán accedió a intercambiar a Al Rishawi por los dos rehenes, pero la negociación para el canje de prisioneros quedó aparentemente bloqueada debido a que Jordania exigió al EI una prueba de vida del piloto jordano antes de liberar a la extremista.
«Hasta ahora, el Gobierno y el pueblo japonés han apoyado nuestra situación y quiero agradecerlo. Quería que Kenji volviera sano y salvo para que él mismo pudiera expresar su gratitud, pero lamentablemente no ha sido así», añadió el hermano del periodista.
«Siento orgullo por el trabajo realizado por mi hermano, aunque creo que lo que hizo esta vez fue un acto imprudente», afirmó también Junichi Goto, que calificó de «imperdonables» los asesinatos que perpetra el EI. (EFE)