Insólito hecho ocurre en Saitama
A veces la ficción se queda chica ante la realidad. Hay historias reales tan absurdas que hasta como invención parecen exageradas. Como la que tuvo lugar en la ciudad de Kawaguchi, Saitama, la semana pasada. La historia, publicada por Fuji TV, ha sido recogida por el sitio RocketNews24.
Al atardecer del 7 de enero, Shingo Tsutsui, un hombre de 64 años, estaba disgustado por el ruido que hacía su vecino de 70 años al caminar. ¿Qué haría cualquier persona en lugar de Tsutsui? Quizá aguantarse, porque no le puedes exigir a tu vecino que no camine en su propia vivienda, o ir a tocarle la puerta y pedirle que trate de hacer menos ruido.
Lo que nadie en su sano juicio haría es lo que hizo Tsutsui: tomar un cuchillo de cocina de unos veinte centímetros, tocarle la puerta a su vecino, esperar que abra y clavárselo en el torso.
El vecino, cuya identidad no ha sido revelada (el reportaje de Fuji no muestra su rostro), tuvo mucha, muchísima suerte. El cuchillo chocó con la costilla de la víctima y la hoja se rompió sin que el agredido sufriera lesiones de consideración.
Si la desmesurada reacción del atacante resultó insólita, más lo fue la reacción de la víctima. En vez de gritar, responder a la agresión, llamar a la policía o acudir a un hospital, el vecino le dijo a Tsutsui: “¿Por qué no entras?”.
Antes de continuar, hay que decir que el vecino, antes de ser acuchillado, había estado tomando alcohol. Sus sentidos estaban embotados y no sentía mucho dolor.
Tsutsui aceptó la invitación. Una vez dentro de su apartamento, el vecino le pidió que se sentara y bebiera con él.
Durante la siguiente hora, los dos ancianos (dicho sea de paso, ambos viven solos), atacante y víctima, bebieron cerveza.
La nota recogida por RocketNews24 aclara que si bien el vecino estaba un poco mareado por el alcohol, no estaba tan pasado de copas como para no darse cuenta de que Tsutsui lo había atacado. Incluso, dice, le dijo a su agresor que la próxima vez resolverían sus diferencias “a puño limpio”.
No obstante, si bien el vecino era consciente de que Tsutsui lo había agredido, recién tomó cabal conciencia de la magnitud del ataque cuando, ya sobrio, fue examinado por un médico. Ahí se dio cuenta de que Tsutsui había querido asesinarlo. No había sido un ataque cualquiera.
Pese a ello, el vecino quiso darle la oportunidad de disculparse. Pasaron cuatro días sin que Tsutsui se acercara para pedirle perdón. Así las cosas, decidió reportar el intento de homicidio. Tsutsui ahora está en manos de la policía. (International Press)
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