El gran punto de acierto de este torneo fue, sin duda, la participación de las caregorías de menores.
El pasado 21 de septiembre se realizó la 1ra Copa Embajada del Perú. El Shindobat Zama nos abrió las puertas muy temprano. Esta vez no hubo grandes artistas ni premios en efectivo. Se inscribieron más de 40 equipos participantes entre caregorías de niños 6 a 9 años y de 9 a 12 años, libre y máster con inscripciones totalmente gratis.
El organizador, el peruano Danni Fukusaki, tuvo que trabajar duro todo el día ya que el tiempo era el peor enemigo, además de la falta de árbitros y jefes de mesa que complicó el inicio de los partidos. Lo cierto fue que cada equipo tenía que presentar su árbitro y ello no ocurrió, pero la buena disposición de la organización del torneo y de muchos jugadores ya conocidos como Lúmber Núñez, Hayime Maeshiro, Ángel Araki, Luis Guevara, Richard Matta y Frank Nagaki hicieron que estos percances quedaran en anécdotas. El ambiente que se respiró en el Shindobat fue de una verdadera fiesta.
El gran punto de acierto de este torneo fue, sin duda, la participación de las caregorías de menores donde los conocidos Oppama FC, Aguerridos de Isogo y W5 Sports de Daniel Namba, más allá de quedar eliminados hicieron vibrar a sus familiares. El torneo tuvo novedades como la participación de mujeres en las categorías máster y libre que supieron darse maña para anotar y poner en aprietos a más de un equipo ya que sus goles valían por dos.
Los niños latinos y los japoneses degustaron de la rica comida criolla peruana, de los anticuchos, del choripan, entre otros platos y esto dio aún más colorido a la tarde deportiva.
El campeón en la categoría libre fue el equipo de Unión Perú de Ayase. Su nombre quedará grabado en la linda copa que tiene un parecido a la gran orejona de la Champions League. Esta copa, donada por la Federación Peruana de Fútbol, será sin duda el sueño de todos los equipos de la comunidad que lucharán para que su nombre se escriba allí y sea parte de nuestra historia futbolera en Japón. El campeón pudo posar con el trofeo, pero se quedó con las ganas de llevársela a casa porque es una copa conmemorativa. Seguro que para la siguiente al menos recibirá una pequeña réplica.
Quedan muchas cosas por corregir, pero este ha sido el primer gran paso y solo queda felicitar a la organización, en especial al señor Danni Fukusaki y a sus colaboradores, y a la Embajada Peruana por ponerse la camiseta y apoyar el deporte de la comunidad.
* Entrenador de Oppama FC y colaborador de International Press.
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