Acusan a Pyongyang de crímenes contra la Humanidad
El Gobierno japonés apoyó el martes el informe de la ONU que constata violaciones masivas de derechos humanos en Corea del Norte y destacó la necesidad de que la comunidad internacional actúe para aumentar la presión sobre el régimen de Pyongyang.
Japón, que «da la bienvenida al documento», «pretende desempeñar un papel específico para poner en marcha los pasos siguientes (a la publicación del informe) mediante la colaboración con otros países de Asia y de la ONU», afirmó el ministro portavoz de Japón, Yoshihide Suga, en una rueda de prensa.
El Ejecutivo nipón valoró así el informe de la Comisión de Investigación de la ONU, que se publicó el lunes y que documenta de forma inédita un gran número de «atrocidades indescriptibles» en Corea del Norte, basado en testimonios de primera mano de 240 víctimas y testigos.
El informe, asimismo, recomienda a Corea del Norte que «ofrezca toda la información sobre los ciudadanos japoneses víctimas de los secuestros y su liberación y repatriación a Japón», destacó el ministro portavoz en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo.
El secuestro de ciudadanos japoneses por parte del régimen norcoreano durante las décadas de 1970 y 1980 figura entre los temas prioritarios a tratar en caso de que se retome el diálogo intergubernamental con Pyongyang.
Estos contactos se encuentran congelados desde noviembre de 2012, cuando se intensificaron las críticas de la comunidad internacional contra Corea del Norte por sus pruebas de lanzamiento de misiles, que vulneraron las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Entre los crímenes contra la Humanidad de los que acusa a las autoridades norcoreanas, el informe cita el «exterminio, asesinato, esclavitud, tortura, encarcelamientos prolongados, violencia sexual, abortos forzosos, privación de alimento, desplazamiento forzoso de poblaciones y persecución por motivos políticos, religiosos, racionales o de género».
El extenso informe aporta pruebas suficientes para presentar el caso a la Corte Penal Internacional (CPI), pero, como Corea del Norte no es país signatario del Estatuto de Roma, este tribunal no podría iniciar una investigación sin el respaldo unánime del Consejo de Seguridad de la ONU.
Corea del Norte aún no se ha pronunciado sobre el contundente informe de Naciones Unidas, aunque en ocasiones anteriores el régimen de los Kim ha negado sistemáticamente todas las acusaciones y las ha atribuido a «propaganda capitalista». (EFE)
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