Víctima era una anciana de 81 años
El martes en la tarde, la policía de Yohohama recibió la llamada de un preocupado cuidador que infructuosamente había intentado contactarse con Yoshiko Komaki, una anciana de 81 años.
La policía acudió a la casa de la mujer, donde la halló muerta. Yacía en el piso, con una toalla alrededor de su cuello. Había sido estrangulada.
No fue el único hallazgo que hizo. En la misma habitación estaba el cadáver de su hijo, de 51 años. Se había colgado.
La policía, según Japan Today, no encontró evidencias de que alguien ajeno hubiese entrado en la vivienda ni de que se hubiera producido algún tipo de enfrentamiento o lucha.
Su versión es que el hombre asesinó a su madre y luego se quitó la vida. (ipcpdigital)