Un artefacto explosivo lo hirió en la cabeza cuando cubría una manifestación en Rio de Janeiro.
La muerte ayer de un camarógrafo herido el pasado jueves durante una manifestación en Río de Janeiro volvió a situar las protestas en el foco de atención y puso de manifiesto la escalada de violencia contra periodistas, a falta de cuatro meses para que comience el Mundial de Fútbol 2014.
El camarógrafo Santiago Andrade se encontraba cubriendo las protestas por el aumento del precio del transporte en el centro de Río de Janeiro para el canal de televisión Band cuando fue alcanzado por un artefacto explosivo lanzado por manifestantes.
Tras ser herido en la cabeza, el cámara fue trasladado al Hospital Souza Aguiar, donde falleció ayer lunes, después de permanecer varios días ingresado en el Centro de Terapia Intensiva en coma inducido, informó la Secretaría Municipal de Salud.
La muerte de Andrade se suma a la de al menos otras ocho personas fallecidas en diversas ciudades brasileñas, cuatro de ellas atropelladas durante las marchas, desde que comenzaron las manifestaciones en todo el país.
En lo que va de año, Brasil ha sido escenario de diversas manifestaciones contra la organización del Mundial y el transporte público, motivo, este último, que desencadenó el pasado mes de junio una ola de protestas que sacudieron todo el país coincidiendo con la celebración de la Copa de las Confederaciones.
NO ES LA PRIMERA AGRESIÓN
El pasado 25 de enero, en una jornada de manifestaciones convocadas en todo el país contra la organización del Mundial, la Policía hirió de bala a un joven que participaba de la concentración en Sao Paulo y agredió al fotógrafo de la agencia internacional de noticias Efe.
La marcha, que comenzó de forma pacífica, terminó en la capital paulista con actos vandálicos y enfrentamientos entre la Policía y los conocidos como «Black Block», grupo caracterizado por sus militantes estar encapuchados y apoyar el uso de la violencia en las manifestaciones.
La Asociación Brasileña de Periodismo de Investigación (Abraji) alertó que existe una «escalada de violencia y de violaciones» contra periodistas, ya que desde el inicio de las protestas se contabilizan 117 casos de agresión contra profesionales de los medios de comunicación.
PROTESTAS PUEDEN AFECTAR EL MUNDIAL
El temor a que las protestas puedan empañar el Mundial, que se celebrará entre junio y julio, ha llevado a algunas figuras del fútbol, como el exastro Pelé, a pedir a los brasileños que interrumpan sus manifestaciones hasta después del Mundial.
«Espero que tengamos esa conciencia: dejar pasar la Copa del Mundo. Ahí podemos reivindicar que los políticos están robando o desviando. Eso es otra cosa. El fútbol sólo trae divisas y beneficio para Brasil«, dijo el exjugador.
El Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), la mayor organización campesina del país y que está a la vanguardia de ocupaciones de haciendas y edificios, señaló a través de su líder, Joao Pedro Stédile, que es un «error» hacer manifestaciones durante el Mundial porque ellas provocarán un descontento en la población.
Diferentes movimientos han convocado a través de las redes sociales diversas manifestaciones antes y durante el mayor torneo futbolístico del mundo, por el sobrecoste en los gastos previstos en las obras, entre otras reivindicaciones.
La FIFA admitió el pasado diciembre que la ola de manifestaciones del pasado junio pusieron en riesgo la celebración del Mundial.
«Técnicamente hablando, si la Copa Confederaciones no fuese organizada hasta el final, podría no haber Copa del Mundo en Brasil en 2014″, afirmó el secretario general de la FIFA, Jérôme Valcke, en una entrevista con al canal deportivo de televisión ESPN. (EFE)
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