El próximo sábado se jugará la vida ante el Tokyo Fuchu de visitante.
El Odawara Arena fue el escenario del último encuentro de la trigésimo segunda fecha de la F. League. Bellmare se presentó como dueño de casa, séptimo en la tabla, con tres partidos invictos y con chances de llegar a los play off, pero cayó 3 a 2 ante el modesto Espolada Hokkaido, penúltimo en el acumulado y que pelea para alejarse del fondo de la tabla.
El encuentro para los locales era aún más importante al saberse los resultados de Bardral que cayó ante el Deução Kobe 0-1 y Fuchu que perdió ante el líder Nagoya 5-2 (con hat trick de Kaoru Morioka). Con estos resultados Bellmare tenía que ganar o ganar, pero el equipo de Hiratsuka no aprovechó y sucumbió presa de la presión.
Bellmare inició con el brasileño Kuromoto en el arco, Hisamitsu, Ando, Nakamura y Ono, mientras que Espolada salió con Sekiguchi, Takayama, Susuki, Uegai y Jim.
Los locales iniciaron confiados y algo pasivos, eso jugaría a favor del equipo de Hokkaido que a los 23 segundos adelantó el marcador de un lateral que tomó totalmente desconcentrado al Bellmare y en esa confusión encajaría un autogol.
Con “un gol de vestuario” los locales tuvieron que demostrar de qué estaban hechos con el ingreso del capitán Ichihara y del pivó brasileño Bola como arquero-jugador. A los 4:26 minutos llegó el empate con la fórmula conocida de posesión de balón, remate cruzado y Bola dando el toque final.
Sería el mejor momento del Bellmare que encontró muy buena resistencia en Sekiguchi, golero de Espolada, que evitaría más de una vez la caída de su valla.
A los 12:24 minutos el cuadro de Hiratsuka encontraría la ventaja. Kuromoto cortó un ataque y jugó a la espalda del rival con un contragolpe fantástico que Ando finalizó sobre la línea de gol.
Pero todo fue un espejismo. Un minuto después Hisamitsu del Bellmare perdió la pelota en la salida de manera infantil y Mizukami sorprendió a Kuromoto para anotar el 2 a 2 para Espolada.
Así fueron al descanso, igualados y con los simpatizantes del Bellmare esperando que su equipo despertara y saliera a arrollar a la visita.
SEGUNDO TIEMPO
Pero el equipo hizo lo contrario. Mostró un juego previsible y sin la actitud con la que se juegan esta clase de partidos.
Bellmare tuvo la posesión de la pelota, pero se perdió en un juego monótono y sin inquietar el arco rival. Con Bola muy bien bloqueado, Espolada hizo su negocio. Los locales intentaron con Ando como arquero-jugador, pero tan improductivo como la confusión que había en el banco que no aprovechó mejor la figura de Bola, a quien mantuvo muy poco tiempo en la cancha.
Faltando dos minutos para el final, los de Hokkaido contaron con la pasividad de la defensa del Bellmare para que Kamazuka de fuerte remate venciera a Kuromoto que regresaba sustituyendo a Bola. El golero se estiró al máximo, pero no pudo evitar la caída de su arco.
Con el 3-2 el partido llegó a su fin y Espolada se llevó un triunfo inesperado. Bellmare tendrá que mejorar mucho para su partido de visita el próximo sábado contra Tokyo Fuchu y sobretodo deberá mentalizarse que también se tiene que jugar con el corazón. (Martín Alshan Goya/ipcdigital)
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