Inmigrantes japoneses fueron arrestados y torturados
La Comisión Nacional de la Verdad (CNV) de Brasil pidió perdón a la comunidad de origen japonés afincada en el país sudamericano por el maltrato que sufrieron sus miembros durante la Segunda Guerra Mundial, informó el diario británico The Guardian.
En 1942, tras declararle la guerra a Japón, el gobierno brasileño de aquel entonces arrestó a inmigrantes japoneses y sus descendientes (potenciales espías o colaboradores desde su óptica), confiscó sus propiedades y clausuró cientos de escuelas japonesas, entre otros actos arbitrarios.
La abogada Rosa Cardoso, en nombre de la CNV, pidió perdón en nombre de todos los ciudadanos brasileños por un hecho que calificó de racista. “Las elites brasileñas siempre han sido racistas”, aseguró.
Cardoso declaró que el racismo ha marcado la relación de las elites con los indígenas, los negros y los inmigrantes, en especial los asiáticos.
La abogada reveló a The Guardian que los japoneses no comenzaron a ser víctimas de racismo cuando estalló el conflicto bélico, sino desde su arribo al país a principios del siglo pasado.
Los supervivientes testificaron ante la Comisión que fueron torturados y obligados a pisar o escupir una imagen del emperador Hirohito, quien por entonces era considerado una deidad por los japoneses.
Después del ataque nipón a Pearl Harbor, el gobierno prohibió a los inmigrantes japoneses escribir y leer en su propio idioma.
Por su parte, el cineasta japonés, Mario June Okuhara, que recogió testimonios de las víctimas en el filme “Yami no Ichinichi”, agradeció a la CNV por su “audaz iniciativa” de rescatar la verdad y recordó que “hubo mucha tortura, discriminación y violencia (contra los japoneses), legitimado por el nacionalismo de ese periodo”.
Fernando Morais, autor de un libro sobre la detención, tortura y asesinato de inmigrantes japoneses durante la guerra, fue más allá. El gobierno de Brasil debería compensar económicamente a las víctimas por la confiscación de sus bienes, sostuvo.
“Brasil no solo debería disculparse. Le debe dinero, mucho dinero a la comunidad japonesa”, subrayó.
La CNV entregará un informe final al gobierno brasileño en el que, además de las vejaciones perpetradas contra los japoneses y sus descendientes, incluirá otras violaciones a los derechos humanos cometidas en la historia contemporánea de Brasil.