Baterías todavía presentan deficiencias
El ministro de Transporte nipón, Akihiro Ota, dijo que ha ordenado a las aerolíneas JAL y ANA inspeccionar a fondo sus Boeing 787 después de que uno operado por la primera compañía registrara un problema en el contenedor de una batería hace dos días.
Ota también ha instado a las dos empresas a revisar sus métodos para supervisar los trabajos de mantenimiento del fabricante Boeing, que había modificado la batería de ese avión de Japan Airlines (JAL) después de la serie de problemas técnicos que obligó dejar en tierra a todos los 787 durante unos cuatro meses.
«Es lamentable que (el mantenimiento del avión) no fuera perfecto», dijo Ota en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo.
El incidente en el Boeing de JAL del domingo se produjo apenas un día después de que ambas compañías retomaran las operaciones comerciales con el 787 Dreamliner por primera vez desde el 16 de enero.
El pasado domingo el sensor de presión de la cubierta de la batería del 787 de JAL que tenía programado volar a Pekín desde Tokio registró una diferencia de presión del aire entre el exterior y el interior del recipiente durante un control de seguridad antes del despegue.
Según JAL, la diferencia de presión se produjo debido a un mantenimiento deficiente por parte de Boeing, dado que dos pequeños orificios del contenedor fueron sellados por error cuando la empresa estadounidense reparó todo el sistema.
Por su parte, All Nippon Airways (ANA) mencionó también un caso de mantenimiento insuficiente por parte de la compañía con sede en el Estado de Washington cuando un cuadro de distribución resultó parcialmente dañado durante un vuelo de prueba el pasado de 4 mayo.
El ministro de Transporte nipón dijo que ninguno de estos incidentes afectó a la seguridad de las operaciones, «aunque deberían tomarse las medidas apropiadas dado que aumentan la ansiedad de los pasajeros».
Los problemas con los 787 se remontan al pasado enero, cuando una cadena de averías en las baterías ión-litio de las aeronaves provocó la suspensión de las operaciones de los casi 50 nuevos aparatos (el Boeing 787 entró en servicio en 2011) en todo el mundo.
Tras aprobar las mejoras en las nuevas baterías revisadas por Boeing, las autoridades de EEUU y Japón dieron el visto bueno a la reanudación de los vuelos del 787 el pasado mes de abril. (EFE)