Por Irma Aráuz (*)
Recuerdo el día que disfruté yendo al cine a ver una de las películas de moda: “Comer, amar y rezar”. La autora del libro Elizabeth Gilbert con sencillez y humildad nos narra su experiencia de divorcio y su segunda oportunidad de encontrar el amor.
Reflexionando en el tema recordé varios casos en los cuales los protagonistas de la vida real aquí en Japón también han sufrido ante un divorcio o una muerte del ser querido un dolor del alma y también han experimentado esa fobia a una segunda oportunidad o los más valientes, sin pensarlo mucho, se han embarcado en una segunda o tercera oportunidad sin haber hecho un duelo antes.
No tiene nada de malo eso ya que tanto hombres como mujeres lo que queremos es ser queridos y estar felices. Pero para llegar a darse el permiso de una segunda oportunidad hay que pasar por un duelo y aprender a crecer con lo aprendido.
La frustración está presente en el día a día, y muchas personas hacen las cosas porque las tienen que hacer no porque quieren. Otras están atadas a relaciones, empleos o situaciones que minan su buen ánimo y son infelices. También hay personas que han terminado una relación sentimental o que han sido despedidos de su actual empleo y sienten que la vida se les ha acabado y que ya no hay más posibilidades.
Están equivocados. En estos casos la palabra mágica se llama reinvención. Tu segunda oportunidad viene no con el encuentro de un segundo amor u otro trabajo sino con las ganas que tú pongas para reinventarte, para cambiar de imagen, para hacer cosas diferentes que te den resultados diferentes. Es algo que todos podemos hacer y que no se queda sólo en el exterior sino que viene del corazón. Para esto tenemos la inteligencia emocional que nos ayuda a recrearnos aprendiendo de nuestros errores y aprendiendo nuevas cosas que nos sumen y no nos resten.
Es maravilloso vivir intensamente una relación amorosa, estar satisfecho en un empleo. Pero las cosas no se quedan tal cual eternamente ( leer: ¿Quién se ha llevado mi queso?). Por eso cuando terminamos una relación o perdemos un empleo sentimos que llegamos al fin de todo. ¿Sabes qué? Es normal, es natural. Pero atascarte en ese estado emocional no te permitirá evolucionar y renacer para vivir un segundo capítulo en tu vida, para reinventarte y ser un nuevo tú. Solución: Reinventarse.
*La psicóloga Irma Aráuz atiende directamente en el teléfono 090-2553-3307 y en el e-mail consultasairma@live.com.ar.