Temen que ensayo atómico retrase solución de sus casos
La prueba nuclear llevada a cabo por Corea del Norte el martes ha provocado la indignación de las familias de los japoneses secuestrados por el régimen comunista en las décadas de 1970 y 1980, reveló Yomiuri Shimbun.
Kenichi Ichikawa, de 67 años, cuyo hermano mayor Shuichi fue secuestrado cuando tenía 23 años, calificó el ensayo atómico norcoreano como “un acto intolerable que ignora las reiteradas advertencias de la comunidad internacional».
El mundo debería unirse para frenar el régimen comunista, agregó Ichikawa.
Akihiro Arimoto, de 64 años, padre de Keiko Arimoto, secuestrada cuando tenía 23, dijo que la prueba nuclear era «incomprensible, teniendo en cuenta el tiempo que la comunidad internacional ha estado buscando el diálogo».
Asimismo, expresó su preocupación por el impacto que el hecho podría tener en el irresuelto caso de los secuestrados. Arimoto teme que Corea del Norte se aísle más aun, entorpeciendo la posibilidad de arribar a una solución.
El test nuclear no solo despertó indignación entre los parientes de los secuestrados, sino también entre las familias de víctimas de los ataques atómicos a Nagasaki, quienes se preguntan si Corea del Norte tiene conciencia de que hubo gente que murió asesinada por armas nucleares y de que aún hay afectados que siguen padeciendo las consecuencias del bombardeo atómico a Hiroshima y Nagasaki.
Por otro lado, el gobernador de Kioto, Keiji Yamada, declaró que lo hecho por Pyongyang marcha en dirección opuesta a la paz en Asia y el mundo.
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