El Ministerio de Transporte nipón ordenó hoy a las dos aerolíneas japonesas ANA y JAL, que poseen Boeing 787, suspender temporalmente las operaciones con estos aviones hasta que se garantice que son seguros, tras las averías registradas en los últimos días, informó la cadena NHK.
Ambas compañías ya detuvieron ayer las operaciones de sus 787 Dreamliner poco después de que uno de All Nippon Airways (ANA) tuviera que realizar un aterrizaje de emergencia en el sur de Japón debido a un supuesto problema en una de sus baterías.
El de ayer fue el sexto problema técnico que ha afectado a unidades del 787 operadas por las aerolíneas japonesas en un periodo de solo diez días.
La Agencia Federal de Aviación (FAA) estadounidense también ha decidido suspender temporalmente los vuelos de los modelos 787 hasta que se demuestre que son seguros, a raíz de los incidentes con aeronaves de compañías niponas.
La orden de la FAA afecta solo a United Airlines, la única compañía estadounidense que posee de momento este modelo.
Por su parte, los investigadores japoneses del Ministerio de Transporte retomaron hoy su investigación del incidente que forzó ayer al vuelo 692 de ANA, que cubría la ruta Ube-Tokio, a realizar un aterrizaje de emergencia en Takamatsu (sur).
El piloto del avión detectó un olor extraño y humo en la cabina pocos minutos después de despegar y comprobó que el instrumental indicaba un problema en una de las baterías, por lo que se desvió a Takamatsu.
La investigación se centrará en la batería principal de la aeronave, situada en un compartimento debajo de la cabina y causa probable del humo.
ANA, que en noviembre de 2011 se convirtió en la primera aerolínea del mundo en recibir el Dreamliner, informó de que se han encontrado fugas de electrolito y marcas de quemaduras en la carcasa de metal de la batería. (EFE)
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