Grupo exige penas severas a los violadores
Un grupo de mujeres okinawenses ha exigido que se restrinjan las actividades de los soldados norteamericanos fuera de las bases en Okinawa.
En la sureña prefectura japonesa ha crecido el rechazo a la presencia estadounidense en la isla tras el arresto el martes de dos militares de ese país por la violación de una joven.
Las activistas, integrantes de la organización Okinawa Women Act Against Military Violence, acudieron al consulado de EE. UU. en la ciudad de Urasoe, donde entregaron una petición a la cónsul Heather Eaton, informó la NHK.
El grupo exige castigos severos a los violadores y el retiro de todas las bases estadounidenses de Okinawa.
Asimismo, las mujeres pidieron una investigación para determinar por qué se permitió que los dos detenidos, que estaban de paso en la isla pues pertenecen a la base de Fort Worth, en el estado de Texas, estuvieran fuera de la base que tenían asignada en Okinawa.
En vista de que ya no albergan expectativa alguna sobre las medidas disciplinarias que EE. UU. podría aplicar para impedir que delitos cometidos por sus soldados se repitan, el grupo subrayó la necesidad de restringir sus movimientos fuera de las bases.
Okinawa Women Act Against Military Violence surgió en 1995 luego de que una niña de 12 años fuera violada en Okinawa por tres soldados de EE. UU.