Más de 200 empresas e instituciones de Japón y el extranjero participan en el evento
Máquinas de escasos milímetros de grosor, brazos mecánicos capaces de asir un globo sin reventarlo o androides que emulan el movimiento humano coparon el miércoles la inauguración de la Feria Robotech de Tokio, que exhibe los últimos avances en robótica industrial.
En esta tercera edición del evento, que se celebra hasta el 13 de julio, se han citado más de 200 empresas e instituciones en su mayoría procedentes de distintos lugares de Japón, aunque también de países como Alemania o el Reino Unido.
Entre las novedades en brazos robóticos destacan modelos de altísima sensibilidad como el Muscle Hand de la británica Shadow Robotics, que articula 24 coyunturas mediante 40 «músculos de aire».
Por su parte, la japonesa Double presentó una mano de tres dedos capaz de asir y transportar sin un rasguño un globo, una bolsa llena de líquido o un buñuelo de crema.
Los humanoides de la casa nipona RT dieron una pista sobre el futuro papel que puede desempeñar la robótica en terrenos como la educación a distancia o la asistencia a personas dependientes, gracias a sus avanzados sistemas de control.
Por ejemplo, basta un mando tan sencillo como el de una consola de videojuegos para manejar el modelo GR-001, un sofisticado androide de apenas 40 centímetros de envergadura, mientras que el RT-Camhead es un prototipo de cámara robótica concebido para ser controlado desde la nube de internet.
Otro de los modelos de RT en desarrollo es capaz de imitar los movimientos de los brazos de una persona mediante un pequeño sensor.
Dentro del apartado de las llamadas micromáquinas, la agencia estatal nipona NEDO presentó varios proyectos orientados a impulsar el ahorro eléctrico en Japón, un país que ha tenido que replantearse su modelo energético tras el accidente en la central nuclear de Fukushima.
Entre ellos destaca una red de sensores para hacer un seguimiento del consumo eléctrico, compuesta de micromáquinas dispuestas sobre láminas de 8 milímetros de grosor.
Aunque aún resulte especialmente costoso para hogares o pequeñas empresas, el sistema puede ser amortizado en grandes superficies y ha sido probado en más de 2.000 plantas, fábricas o centros comerciales de Japón, que han podido ahorrar un 10 por ciento de electricidad en el último año. (EFE)
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