El Niño anotó dos goles en el triunfo de España sobre Irlanda (4-0)
Roberto Morales / EFE
El inicio de España en la Eurocopa 2012 pasará a la historia por el debate futbolístico que abrió el seleccionador, Vicente Del Bosque, sobre la necesidad de un delantero centro o la posibilidad de prescindir de él. Rescató la figura ante Irlanda. Y Fernando Torres la reivindicó.
Necesitó 202 segundos para mandar a la red el primer balón que enganchó. Un gol que necesitaba el ‘niño’, el tanto más rápido en una Eurocopa de España y que le convierte en el tercer máximo goleador de la historia de la selección española.
Después de fallar ante Italia dos clarísimas, debía sacarse una espina. Los elogios por su frescura física del primer día, por generar más ocasiones en unos minutos que en todo el partido, se silenciaban con la dura crítica por su mala definición.
Del Bosque es amigo de hacer pocos cambios. Menos aún en plena competición. Maduró la opción de recuperar el dibujo de la mayoría de los partidos. Le costó sentar al goleador del debut, Cesc Fábregas, pero admitió que quizás erró en su apuesta ante Italia. No se le caen prendas en hacerlo públicamente tras leer y escuchar todo lo que se ha dicho de él en un pulso repleto de fuerza ante otra campeona del mundo como Italia.
Un solo cambio en el equipo titular, Fernando Torres por Cesc, pero una gran variación en la pizarra. El pulso con el resto de delanteros centros -Álvaro Negredo y Fernando Llorente-, se lo llevaba el punta del Chelsea que suma un nuevo capítulo a la montaña rusa de emociones que está siendo su temporada.
Apareció con velocidad, por sorpresa, para cazar un balón en el área, lanzar un amago y soltar un potente derechazo a la red. Arriba, donde hizo daño al veterano Shay Given (35 años). Su celebración fue un mensaje. Dedo a la oreja derecha. Queriendo escuchar tanto la celebración del gol como la voz de sus críticos.
Torres siempre fue un futbolista que dividió a prensa y afición con tantos detractores como defensores. Genera debate como admiración. Por cualquier rincón del mundo que visita España es el más aclamado. El poder del fútbol inglés.
Dejó su sello el día que España recuperó su verdadero fútbol. Abusó de Irlanda. Y Torres tuvo espacios para explotar su punta de velocidad. Más alta que en otras ocasiones. Le conduce a atropellarse en ocasiones, cuando le pone pausa a la definición marca, como en la segunda parte.
Rompió con un desmarque a una defensa que tuvo loca persiguiéndole todo el partido. Siempre al límite del fuera de juego para presentarse solo ante el meta rival y ésta vez elegir la mejor opción. Ahí tenía el doblete que le convierte en el tercer mejor artillero de la historia de la ‘Roja’, por detrás de David Villa y Raúl González. Pero, sobre todo, dos goles que son un mensaje a todos, incluido el seleccionador. Reivindicó la figura del 9 en una noche feliz para España. Ya es líder de grupo y ve los cuartos de final al alcance de su mano. (EFE)