Recién llegado a Tokio tras participar en la cumbre del G8 en Camp David (EEUU), Noda afirmó ante un comité parlamentario que su decisión de sacar adelante la subida impositiva en la temporada de sesiones que concluye el 21 de junio es «inamovible».
El primer ministro, que fue titular de Finanzas antes de asumir el liderazgo del Gobierno en septiembre de 2011, insistió en que espera que la nueva ley obtenga «todo el apoyo posible» tanto de su partido como de la oposición y se mostró abierto a la posibilidad de revisarla, indicó la agencia local Kyodo.
El proyecto de ley, aprobado por el Gabinete a finales de marzo, contempla un incremento gradual del impuesto sobre el consumo del 5 al 10 por ciento para 2015 a fin de cubrir los costes cada vez mayores de la seguridad social de Japón, país que cuenta con una de las sociedades más envejecidas del mundo.
La medida, sin embargo, es vista con reticencia por la oposición e incluso por una facción del propio partido gobernante, que consideran que podría frenar el consumo interno, que representa cerca del 60 por ciento del PIB de Japón.
El respaldo opositor es clave para aprobar la subida, ya que el gobernante Partido Democrático carece de mayoría en la Cámara Alta y ello podría ralentizar en gran medida la luz verde a la ley.
Por otra parte, Noda apuntó hoy a que no tiene intención de reemplazar a los ministros de Defensa y Transporte, Naoki Tanaka y Takeshi Maeda, contra los que la Cámara Alta aprobó el pasado abril sendas mociones de censura no vinculantes.
Al primero se le acusa de gestionar de forma inadecuada varias cuestiones de seguridad, y al segundo de haber intervenido de forma irregular en unas elecciones locales.
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