Tokio asegura que caza ballenas con fines «científicos»
Tokio pidió a Australia, Nueva Zelanda y Holanda que tomen medidas para frenar al grupo ecologista Sea Shepherd, cuyas acciones en aguas de la Antártida han obligado a Japón a suspender su actual temporada de caza de ballenas.
El ministro nipón de Exteriores, Seiji Maehara, dijo que Japón ha transmitido a los embajadores de esos tres países su «profundo pesar» por el hecho de que no se hayan impedido las «acciones violentas» de Sea Shepherd contra los balleneros, según la agencia local Kyodo.
Los barcos de ese grupo ecologista atracan de forma regular en puertos de Australia y Nueva Zelanda, al tiempo que dos de las naves navegan con bandera de Holanda.
«Las acciones de obstrucción de Sea Shepherd no pueden ser permitidas porque amenazan, ilegalmente, la vida y las propiedades de las tripulaciones de los balleneros japoneses», indicó Maehara en una rueda de prensa.
También dijo que Japón reforzará sus esfuerzos diplomáticos para asegurar la continuación de su programa de caza de ballenas con fines «científicos», motivación que los grupos ecologistas tachan de simple tapadera para esconder fines comerciales.
Australia, a su vez, denunció el año pasado a Japón ante el Tribunal Internacional de Justicia de la Haya para intentar frenar la caza de ballenas en nombre de la ciencia.
El ministro nipón de Exteriores afirmó en este sentido que la percepción sobre la caza de ballenas «es diferente en cada país» e insistió en que «ningún país puede bloquear la investigación ballenera legal de Japón, y menos aún Sea Sheperd».
Sea Shepherd comenzó su campaña contra los balleneros nipones en aguas de la Antártida en 2005 y desde entonces ha saboteado la pesca de los cetáceos con prácticas como abordajes, el lanzamiento de ácidos corrosivos o el encadenamiento de sus activistas a los barcos.
El pasado miércoles la Agencia nipona de Pesca anunció que, tras varios choques con los activistas, la flota ballenera en la Antártida suspendía la actual temporada de caza, que comenzó en diciembre y debía concluir en marzo.
Integrada por cuatro barcos, la flota japonesa ha capturado esta temporada 170 ballenas minke, frente a la cuota de 850 que tenía establecida, y dos ballenas azules, frente a una cuota de 50. (EFE)
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