El primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, aterrizó en Lima, Perú, la tarde del 15 de noviembre (hora japonesa) para asistir a la cumbre de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). Durante su estancia, Ishiba tiene programado ajustar reuniones bilaterales con figuras clave como el presidente chino, Xi Jinping, y el mandatario estadounidense, Joe Biden.
La cumbre de APEC, que reúne a líderes de las economías más importantes de la región, iniciará oficialmente el 16 de noviembre (hora japonesa) en la capital peruana. Entre los asistentes confirmados se encuentran Ishiba, Biden, Xi Jinping, y otros líderes globales.
Ishiba aprovechará su participación en el foro para destacar la importancia de promover un comercio e inversión libres y abiertos. Asimismo, tiene previsto condenar la invasión rusa a Ucrania, señalándola como una amenaza significativa para la estabilidad regional y el desarrollo sostenible.
En el marco de la cumbre, el primer ministro japonés está ajustando las reuniones bilaterales con líderes clave. Entre ellas, destaca el encuentro con el presidente Joe Biden, el primero desde que asumió el cargo. También se espera una reunión trilateral entre Japón, Estados Unidos y Corea del Sur para reforzar la cooperación estratégica en la región.
Por otra parte, la esperada reunión entre Ishiba y Xi Jinping estará centrada en fortalecer una relación constructiva y estable entre Tokio y Pekín. Sin embargo, Ishiba planea expresar su preocupación por el incremento de la actividad militar china en las proximidades de Japón.
El secretario de prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores japonés, Kitamura Toshihiro, confirmó a la agencia EFE que Ishiba también cumplirá el domingo 17 con su agenda de visita oficial a Perú, que le permitirá reunirse con la presidenta peruana, Dina Boluarte, con quien suscribirá acuerdos bilaterales.
Tras la cumbre de APEC en Perú, Ishiba viajará a Brasil para participar en la cumbre del G20, donde continuará su agenda diplomática enfocada en la sostenibilidad, la seguridad global y el fortalecimiento de relaciones bilaterales.
Este viaje marca un momento clave para Japón, que busca reafirmar su liderazgo en Asia-Pacífico y reforzar su posición en el escenario global ante desafíos geopolíticos crecientes. (RI/AG/IP)
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