Una colisión masiva de proporciones catastróficas transformó un tramo de la autopista Kanetsu, en la prefectura de Gunma, en un escenario de fuego y destrucción. El incidente, ocurrido bajo una tormenta de nieve el pasado 26 de diciembre, involucró a un total de 67 vehículos, resultando en la trágica muerte de dos personas y dejando a otras 26 con heridas de diversa consideración.
El siniestro se desató alrededor de las 19:30 horas cerca del intercambio de Minakami-machi. Según las investigaciones de la Policía de Autopistas, el caos comenzó cuando un camión sufrió un accidente solitario y quedó detenido en la vía; acto seguido, otro camión impactó contra él, desencadenando una reacción en cadena donde otros 65 vehículos colisionaron en un radio de apenas 300 metros.
EL RUGIDO DE LAS LLAMAS EN EL HIELO
La magnitud del desastre se agravó con el estallido de un incendio voraz que consumió por completo 20 vehículos. Los bomberos trabajaron intensamente durante siete horas y media para sofocar las llamas en un entorno de visibilidad mínima. Las autoridades confirmaron el fallecimiento de Wakita Miyuki, una mujer de 77 años oriunda de Chofu, Tokio, y el hallazgo de un segundo cuerpo calcinado en la cabina de un camión de gran tonelaje.
Al momento del choque, la zona se encontraba bajo una alerta por fuertes nevadas emitida por la Agencia Meteorológica de Japón. A pesar de que existía una restricción de velocidad de 50 km/h debido a las condiciones climáticas, el congelamiento de la calzada hizo que el control de los vehículos fuera prácticamente imposible, provocando deslizamientos fatales sobre el pavimento.
TESTIMONIOS DE UNA NOCHE DE HORROR
Los sobrevivientes describen una experiencia traumática marcada por el sonido de las explosiones y el olor a metal quemado. Un conductor de camión de 60 años, proveniente de Nagaoka, relató cómo perdió el control de su unidad al intentar esquivar un coche, terminando estrellado contra la barrera central. «Escuché cuatro explosiones seguidas detrás de mi posición; el volante no respondía por el hielo y sentí un miedo genuino por mi vida», confesó el transportista.
El impacto fue tan violento que las barreras de seguridad de la autopista quedaron totalmente retorcidas. Debido a la gravedad de los hechos y la necesidad de remover los restos carbonizados, el tramo entre los intercambiadores de Tsukiyono y Yuzawa fue clausurado en ambos sentidos. La policía continúa con las labores de identificación de la segunda víctima y el peritaje técnico para determinar las responsabilidades de esta tragedia invernal. (RI/AG/IP/)
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