La ciudad de Yamaguchi, situada en la región sureña de Chugoku, es conocida hoy como la ciudad de la Navidad. Allí tuvo lugar, en 1552, la primera celebración navideña oficialmente documentada en la historia de Japón. Sin embargo, algunos registros sostienen que el misionero español Francisco Javier ya había conmemorado la Nochebuena en el archipiélago tres años antes, tras su llegada a Kagoshima.
La celebración de Yamaguchi quedó registrada en una carta enviada por un misionero jesuita a su sede. Según ese documento, el 9 de diciembre de 1552, de acuerdo con el calendario lunar, cinco católicos organizaron la Navidad: los sacerdotes Cosme de Torres y Baltasar Gago, junto a los hermanos Juan Fernández, Pedro de Alcacova y Duarte da Silva.
Durante aquella noche, el español Juan Fernández leyó la Biblia de forma ininterrumpida, mientras que en la Misa de Gallo los cantos estuvieron a cargo de su compatriota Cosme de Torres. En total se celebraron seis misas. Tras ellas, los cristianos japoneses reunieron dinero para compartir una comida con los sacerdotes. Un año más tarde, en la Nochebuena siguiente, ya se leía la Biblia traducida al japonés, desde el Pentateuco hasta el Apocalipsis.

En un Japón marcado por constantes enfrentamientos entre poderosos guerreros en disputa por el control territorial, la religión occidental comenzó, poco a poco, a abrirse paso entre la población.
EL PRIMER TEATRO NAVIDEÑO EN JAPÓN
En 1560 se llevó a escena en Oita el primer teatro navideño del país. Católicos japoneses representaron la historia de la creación con Adán y Eva. En el escenario colocaron un árbol adornado con figuras en forma de manzana y, bajo él, la imagen de Satanás tentando a Eva.
La documentación de aquel evento relata que, en la escena en la que un ángel expulsa a Adán y Eva del paraíso, varios espectadores japoneses rompieron en llanto. Más tarde, cuando Dios les permite salir para labrar la tierra, el público respondió con una gran ovación.
También se representaron pasajes como el Arca de Noé, el sacrificio de Abraham, la historia de Lot y los relatos de José y Jacob, entre otros. Al año siguiente, dos coros formados por japoneses interpretaron cantos gregorianos.
CUANDO LA NAVIDAD DETUVO UNA LUCHA DE SAMURÁIS
La celebración navideña realizada en Omura, en la actual prefectura de Nagasaki, en 1575, incluyó instrumentos musicales como la viola y la flauta, mientras varios niños participaban vestidos como ángeles.
De aquella época se conserva una anécdota que aún hoy resulta sorprendente. En 1568, el guerrero más poderoso del momento, Nobunaga Oda, se enfrentaba a Hisahide Matsunaga en Sakai, en la actual Osaka. En ambos ejércitos había cristianos. El misionero portugués Luis Frois invitó a los samuráis católicos a celebrar la Navidad y consiguió que la batalla fuera suspendida durante la festividad.
Unos 70 guerreros asistieron a la misa, celebrada en un lugar donde se había colocado una pintura del Nacimiento de Jesús.
Sin embargo, en 1589 el gobernante Hideyoshi Toyotomi prohibió el cristianismo, temeroso de su creciente influencia entre la población. A partir de entonces, y durante los siguientes 300 años hasta el inicio de la Reforma, los cristianos japoneses se vieron obligados a ocultar su fe y a celebrar la Navidad de manera clandestina. (International Press)
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