El parlamento japonés promulgó este martes un presupuesto suplementario masivo de 18.3 billones de yenes (aproximadamente 118.000 millones de dólares). Esta inyección económica busca financiar el ambicioso paquete de estímulo de la primera ministra, Sanae Takaichi, diseñado para combatir el aumento del costo de vida e impulsar la inversión. La medida fue aprobada en la Cámara de Consejeros apenas un día antes del cierre de la actual sesión de la Dieta, tras recibir el respaldo de algunos sectores de la oposición.
A pesar de que la coalición gobernante liderada por el Partido Liberal Democrático (PLD) carece de mayoría en la cámara alta, el proyecto avanzó gracias al apoyo del Partido Democrático para el Pueblo (Kokumin Minshuto). Esta agrupación respaldó la ley tras lograr que se incorporaran medidas de alivio económico exigidas por sus votantes. Bajo el lema de una «política fiscal responsable y proactiva», Takaichi ha desplegado el mayor paquete de gasto desde el periodo de la pandemia en 2022.
CRISIS FISCAL Y PRESIÓN DEL MERCADO
La magnitud del gasto ha encendido las alarmas sobre la salud fiscal de Japón, la más deteriorada entre las economías del G7. Para financiar este plan, el gobierno planea emitir 11.7 billones de yenes en nuevos bonos, lo que cubrirá más del 60% del total presupuestado. Los mercados han reaccionado con nerviosismo, intensificando la venta de yenes y bonos gubernamentales, lo que ha provocado un aumento drástico en las tasas de interés a largo plazo.
El paquete destina 8.9 billones de yenes exclusivamente a medidas de alivio para los hogares. Esto incluye subsidios para la electricidad y el gas durante el primer trimestre de 2026, así como transferencias directas de efectivo para familias con niños. No obstante, los críticos señalan que el gasto no urgente debería haberse incluido en el presupuesto inicial del próximo año fiscal en lugar de recurrir a deuda adicional inmediata.
DEFENSA Y GESTIÓN DE CRISIS COMO PRIORIDAD
En su esfuerzo por construir una economía resiliente, el gobierno de Takaichi asignó 6.4 billones de yenes para la gestión de crisis y el crecimiento estratégico. Además, se destinaron 1.7 billones de yenes a seguridad y diplomacia. Este movimiento técnico permitirá a Japón alcanzar su objetivo de gasto en defensa del 2% del PIB en el año fiscal 2025, adelantando la meta original por dos años.
Distribución del Presupuesto Suplementario
| Sector de Inversión | Monto Asignado (Yenes) | Objetivo Principal |
| Alivio a Hogares | 8.9 billones | Subsidios de energía y bonos familiares. |
| Gestión y Crecimiento | 6.4 billones | Inversión estratégica y control de crisis. |
| Seguridad y Defensa | 1.7 billones | Alcanzar el 2% del PIB en gasto militar. |
(RI/AG/IP/)
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