El Gobierno japonés, bajo la administración de la primera ministra Sanae Takaichi, plantea una reducción temporal del impuesto a la gasolina como parte de sus primeras medidas ante el alza de precios. La tasa provisional que grava el combustible, de 25,1 yenes por litro, sería eliminada eventualmente, aunque el calendario de implementación aún genera debate entre los partidos políticos.
Según la propuesta del Jiyu Minshuto, el subsidio vigente, actualmente de 10 yenes por litro, se incrementaría gradualmente desde mediados de noviembre, sumando 5 yenes cada dos semanas hasta alcanzar 15 yenes adicionales a mediados de diciembre. Esta medida serviría como un mecanismo temporal para suavizar la transición antes de la supresión formal del impuesto, prevista tras agotar las existencias gravadas con la tasa antigua.
Sin embargo, la oposición mantiene reservas sobre el calendario. El Rikken Minshuto, por ejemplo, busca que la reducción sea efectiva antes de fin de año y propone iniciar los subsidios tan pronto como el 30 de octubre, para acelerar la aplicación de la medida.
La discusión sobre los recursos para financiar la rebaja también ha generado debate. Se estima que la eliminación del impuesto sobre la gasolina y el diésel requerirá aproximadamente 1,5 billones de yenes. Entre las opciones planteadas se encuentra fortalecer la tributación sobre los ingresos financieros, incluyendo ganancias derivadas de transacciones bursátiles.
Según fuentes gubernamentales, esta medida se enfocaría en personas con ingresos muy altos, superiores a 100 millones de yenes, quienes actualmente pagan proporcionalmente menos impuestos sobre ciertos ingresos financieros. Algunos inversores han expresado preocupación por un posible efecto negativo en el mercado.
El Gobierno y los partidos aliados han mantenido conversaciones con asociaciones de estaciones de servicio para asegurar que la aplicación gradual del subsidio no genere alteraciones en el mercado ni en los precios al consumidor.
La discusión sobre el momento exacto de la eliminación del impuesto y las fuentes de financiamiento continúa, mientras la administración busca equilibrar la implementación de su plan de rebajas con el control del déficit fiscal. (International Press)
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