El Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón presentó su proyecto de presupuesto para el año fiscal 2026, con una solicitud preliminar que alcanza los 34.790 billones de yenes (235,3 billones de dólares), la cifra más alta registrada hasta la fecha. El aumento está impulsado principalmente por el rápido envejecimiento de la población, que incrementa los costos en pensiones, atención médica y cuidados a largo plazo.
La partida representa un incremento de 486 billones de yenes (unos 3,2 billones de dólares) respecto al presupuesto inicial de 2025. Solo el impacto directo del envejecimiento de la sociedad se estima en 351 billones de yenes adicionales (unos 2,3 billones de dólares), destinados a sostener el sistema de seguridad social en un país donde la proporción de personas mayores de 65 años sigue creciendo de manera acelerada.
El documento prioriza medidas para garantizar la atención médica en zonas donde las instituciones de salud están desapareciendo. Para apoyar la sucesión y reapertura de clínicas, se han solicitado 2 billones de yenes (unos 13 millones de dólares), mientras que el refuerzo del sistema de prestación de servicios médicos de cara al 2040, cuando se espera un fuerte aumento de la población mayor de 85 años, suma 80,6 billones de yenes (unos 545 millones de dólares).
Además, ante la persistente inflación, el ministerio ha incorporado 200 billones de yenes (unos 1,3 billones de dólares) para apoyar la mejora salarial en pequeñas y medianas empresas y para reforzar la estabilidad laboral de trabajadores no regulares, un sector especialmente vulnerable en la economía japonesa.
El presupuesto refleja el doble desafío del país: sostener un sistema social que atienda a una población cada vez más envejecida y, al mismo tiempo, proteger a los sectores laborales más frágiles frente a un escenario económico de precios al alza. (RI/AG/IP/)
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