
Nissan Motor ha anunciado oficialmente que cesará la producción de vehículos en su planta de Oppama, ubicada en la prefectura de Kanagawa, para marzo de 2028 (final del año fiscal 2027). Esta decisión forma parte de un ambicioso plan de reestructuración global de la automotriz japonesa, conocido como «Re:Nissan».
Tanto los modelos actuales como los futuros que se fabrican en Oppama serán transferidos a la planta de Nissan Motor Kyushu, en la prefectura de Fukuoka, al oeste de Japón.
Esta decisión, que afecta exclusivamente a la planta de fabricación de vehículos dentro del distrito de Oppama, es un paso fundamental en el objetivo de Nissan de reducir su capacidad de producción global (excluyendo China) de 3,5 millones a 2,5 millones de unidades, buscando una tasa de utilización de planta cercana al 100%. Para lograrlo, la compañía ha estado evaluando la consolidación de sus 17 sitios de producción a nivel mundial a un total de 10.
Ivan Espinosa, CEO de Nissan, calificó la medida como «una decisión difícil pero necesaria». En un comunicado, expresó: «No fue fácil, ni para mí ni para la compañía, pero creo que es un paso vital para superar nuestros desafíos actuales y construir un futuro sostenible. La planta de Oppama es una parte orgullosa de nuestra historia, y su legado perdurará. Quiero agradecer sinceramente a nuestros empleados, a la comunidad local y a nuestros socios que han apoyado esta planta con dedicación y corazón. Continuaremos operando en el área de Oppama con un fuerte apoyo a la comunidad local, mientras mantenemos el espíritu de la planta de Oppama y trabajamos para restaurar el verdadero valor de Nissan».

IMPACTO Y FUTURO DE LOS EMPLEADOS
La planta de Oppama, que produce modelos compactos como el Note y el Note Aura, emplea a aproximadamente 2.400 personas. Nissan ha garantizado que estos empleados permanecerán en sus puestos hasta el final del año fiscal 2027. Para abordar las inquietudes sobre el empleo y los arreglos laborales más allá de esa fecha, la compañía establecerá políticas claras, las comunicará a los empleados afectados e iniciará de inmediato discusiones con el sindicato.
La compañía dijo que otras instalaciones y funciones clave en Oppama, como el Centro de Investigación de Nissan, GRANDRIVE (su instalación de pruebas de choque), y el muelle de Oppama, no se verán afectadas y continuarán operando con normalidad.
Respecto al uso futuro de la planta de Oppama una vez finalizada la producción, Nissan explorará una amplia gama de opciones para determinar el camino más adecuado a seguir, incluyendo reportes previos que indicaban conversaciones con la fabricante taiwanesa Foxconn.
ESTRATEGIA DE CONSOLIDACIÓN EN JAPÓN
Nissan ha determinado que la transferencia y consolidación de la producción de vehículos desde Oppama hacia Nissan Motor Kyushu representa la solución más efectiva en Japón. Esta decisión se basó en consideraciones de capacidad de producción, eficiencia de costos y potencial de inversión. La compañía anticipa que esta transferencia reducirá significativamente los costos de fabricación en Japón, fortalecerá la competitividad de las plantas, mejorará la rentabilidad de los productos y apoyará el crecimiento a largo plazo de Nissan. Los costos asociados a esta reestructuración están actualmente bajo evaluación y serán revelados en el siguiente informe financiero de la compañía.
Además de esta consolidación, Nissan también ha informado que la producción del modelo NV200, actualmente a cargo de la planta Nissan Shatai Shonan, finalizará en el año fiscal 2026, con un sucesor planificado para el año fiscal 2027. La compañía también confirmó el cese de la consignación del modelo AD en octubre de 2025. Con el anuncio de Oppama, Nissan da por concluidas todas las acciones de consolidación de la producción de vehículos en Japón en el marco del plan «Re:Nissan».
El plan de reestructuración «Re:Nissan» de Nissan fue presentado en mayo, contemplando la eliminación de 20.000 puestos de trabajo y una reducción del número de plantas de ensamblaje de 17 a 10 en todo el mundo para marzo de 2028. Esta profunda reestructuración se produce tras una pérdida neta de 670.800 millones de yenes (aproximadamente 4.600 millones de dólares) para el año fiscal que terminó en marzo de 2025. (RI/International Press)
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