Cuatro meses después de que sus planes de fusión se disolvieran, Honda Motor y Nissan Motor están nuevamente en conversaciones para una posible colaboración empresarial, impulsadas en gran medida por la sombra de los aranceles estadounidenses, dijo el Nikkei.
En la reciente reunión anual de accionistas de Honda, el presidente Toshihiro Mibe fue interrogado sobre la posibilidad de reanudar las conversaciones de fusión con Nissan. Mibe no descartó la idea por completo, pero aclaró que «no será por el momento», señalando en cambio que las dos empresas ya están discutiendo una colaboración específica. «Queremos maximizar los beneficios de la colaboración y recuperar el liderazgo en la competitividad de la industria», afirmó Mibe, sin ofrecer detalles concretos.
El presidente de Nissan, Ivan Espinosa, ya había reconocido la posibilidad de un acercamiento con Honda en mayo, durante el anuncio de los resultados trimestrales de su compañía. «Estamos buscando activamente oportunidades en el mercado estadounidense, particularmente debido a la situación actual del mercado, y, por supuesto, Honda es uno de los candidatos con los que estamos discutiendo», explicó Espinosa.
Las exploraciones iniciales entre Honda y Nissan para colaborar en vehículos eléctricos y conducción autónoma comenzaron en marzo de 2024, con la posterior incorporación de Mitsubishi Motors a las discusiones en agosto del mismo año. Sin embargo, las conversaciones iniciales para una fusión, iniciadas en diciembre y que buscaban formar la tercera alianza automotriz más grande del mundo, fracasaron debido a la resistencia de Nissan a la propuesta de Honda de convertirse en su subsidiaria. Honda había expresado desconfianza ante la aparente incapacidad de Nissan para llevar a cabo una reestructuración significativa.
Pese a la profunda brecha inicial, la relación entre ambas compañías ha mostrado signos de mejora desde abril. Ejecutivos de Honda y Nissan han mantenido reuniones regulares, y un factor clave podría ser el cambio de liderazgo en Nissan. Bajo la dirección de Espinosa, quien sucedió a Makoto Uchida, Nissan ha adoptado un enfoque más decisivo, con planes de cerrar siete fábricas a nivel mundial y recortar 20.000 puestos de trabajo. Este giro estratégico ha restaurado la confianza de Honda en la capacidad de Nissan para reestructurarse.
La política arancelaria de Estados Unidos también ha sido un catalizador para este acercamiento. La administración Trump impuso un arancel del 25% a los automóviles importados en abril y a piezas clave como los motores en mayo. Estas medidas han tenido un impacto significativo: Honda pronostica una caída del 70% en su beneficio neto consolidado para el año fiscal que termina en marzo de 2026, mientras que Nissan espera que los aranceles reduzcan sus ganancias en hasta 450 mil millones de yenes (aproximadamente 3.09 mil millones de dólares).
En un esfuerzo por mitigar estos impactos, Honda y Nissan están considerando que la operación conjunta de Honda con LG Group, que fabrica baterías para vehículos eléctricos en Norteamérica, también suministre baterías a Nissan a partir de 2028. Además, están llevando a cabo investigación conjunta en tecnología básica de software y planean estandarizar las especificaciones para las unidades de propulsión de vehículos eléctricos. Este nuevo capítulo en la relación entre Honda y Nissan podría redefinir el panorama de la industria automotriz japonesa frente a los desafíos globales. (RI/AG/IP/)
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