Una serie de misiles balísticos lanzados desde Irán impactaron en la madrugada del lunes en varias ciudades de Israel, dejando un saldo de al menos ocho muertos y casi 300 heridos. Es el ataque más letal desde que estalló el conflicto entre ambas naciones el pasado viernes.
Las ciudades afectadas incluyen Petah Tikva, Haifa, Bnei Brak y Tel Aviv. En Petah Tikva, un misil alcanzó un edificio de 20 pisos, matando a cuatro personas, dos de ellas dentro de una habitación reforzada. En Haifa, tres personas murieron cuando un misil impactó una instalación industrial. En Bnei Brak, se confirmó la muerte de un hombre de 80 años tras el colapso de su edificio.
Además de los impactos directos, 287 personas fueron hospitalizadas en todo el país, incluyendo varios menores de edad. En Tel Aviv, dos misiles provocaron graves daños estructurales y lesiones a varios ciudadanos. También se reportó que una rama de la embajada de Estados Unidos en esa ciudad resultó levemente dañada, sin que hubiera heridos entre su personal.
Durante el ataque, sirenas de alerta y aplicaciones móviles dieron a la población entre 90 y 120 segundos para encontrar refugio. Pese a los esfuerzos del sistema de defensa aérea israelí, que interceptó la mayoría de los misiles y drones, varios proyectiles lograron impactar zonas densamente pobladas.
En respuesta, Israel bombardeó objetivos militares e infraestructuras energéticas clave dentro de Irán, incluyendo el Ministerio de Defensa en Teherán y el campo de gas de South Pars. También se reportaron ataques israelíes contra instalaciones en las ciudades iraníes de Shahran, Bushehr y Abadan.
El conflicto ha generado gran preocupación internacional ante la posibilidad de una guerra abierta entre ambas naciones. Mientras tanto, sectores de la sociedad israelí expresan desconfianza en la capacidad del gobierno para proteger a la población y acusan a sus líderes de tener motivaciones políticas en medio de la escalada militar.
Las autoridades israelíes aseguran que continuarán atacando hasta neutralizar lo que consideran una “amenaza existencial” proveniente del programa nuclear y de misiles iraníes. En tanto, Teherán ha prometido represalias por los ataques a su infraestructura energética.
El número de víctimas podría aumentar a medida que continúan las labores de rescate entre los escombros. (RI/AG/IP/)
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