Tres hombres de nacionalidad vietnamita fueron arrestados por la Policía Metropolitana de Tokio (Keishicho) bajo sospecha de haber robado cobre en forma de cables industriales, en una serie de robos que se expanden por al menos cinco prefecturas, incluyendo Tokio, Saitama y Chiba.
Los detenidos —entre ellos un joven desempleado de 25 años residente en el distrito Kanagawa de Yokohama— forman parte de un presunto grupo de ladrones de metales que, según las investigaciones, habría participado en alrededor de 50 casos de robo desde enero de este año.
Según las autoridades, el grupo ingresó la noche del 21 de mayo en una planta de tratamiento de residuos en proceso de demolición en la ciudad de Kamakura (Kanagawa). Allí, rompieron una ventana para acceder al interior del edificio y, usando herramientas especializadas, cortaron y sustrajeron 28 cables de cobre, valorados en aproximadamente 1,2 millones de yenes.
La policía informó que los cables robados fueron vendidos a un comerciante de metales en Yokohama. Uno de los arrestados se ha negado a declarar, mientras que los otros dos han admitido su participación en el delito. La detención se realizó el pasado 13 de junio.
Este tipo de robo se ha vuelto cada vez más frecuente en Japón, en especial ante el aumento de precios de los metales. Como respuesta, el pasado 13 de junio fue promulgada una nueva ley para la prevención de la venta de metales robados, que obliga a los compradores a verificar la identidad de sus proveedores y prohíbe la posesión no justificada de herramientas como cizallas de corte para cables.
Las autoridades siguen investigando la magnitud de la operación de esta banda, que podría estar conectada a otros robos similares en la región de Kanto. (RI/AG/IP/)
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