
Un niño de primaria en Kumamoto fue reportado a las autoridades de bienestar infantil tras arrojar una bola de barro endurecida desde un piso alto de un edificio residencial, provocando serias lesiones en un hombre que se encontraba en un estacionamiento.
El caso ocurrió el pasado 15 de abril, alrededor de las 6 de la tarde, en un complejo de apartamentos ubicado en el distrito Chuo. La policía de Kumamoto confirmó que el objeto que impactó en la cabeza del hombre era un “dango” de barro, una bola seca y compacta lanzada por el menor. La víctima sufrió una rotura de cabeza, motivo por el cual las autoridades inicialmente investigaron el caso como un posible intento de homicidio.
En un principio, el menor negó su participación durante la investigación. Sin embargo, días después confesó a su madre haber lanzado el objeto, lo que llevó a que ella misma informara a la policía. Según el relato del niño, intentó lanzar la bola de barro hacia un río cercano, pero falló y esta terminó cayendo en el área del estacionamiento, donde se encontraba la víctima.
El menor admitió que sabía que había personas abajo en el momento del lanzamiento. También se investiga que durante la inspección en el lugar, el niño habría arrojado agua sobre los oficiales y la víctima, lo que agrava aún más la conducta observada.
El hombre afectado aún sufre secuelas por el impacto. Aunque recibió una llamada de la madre del menor con intención de disculparse, el hombre se niega a aceptarlas. «Entiendo que es un niño que legalmente no puede ser penalizado. Es una situación muy compleja emocionalmente”, declaró la víctima a la televisión local.
Las autoridades enviaron el caso a una oficina de protección infantil. La conducta del niño requerirá seguimiento y posible intervención educativa y psicológica. (RI/AG/IP/)
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