El equipo legal del ex talento televisivo Masahiro Nakai rechazó las conclusiones del informe de una comisión independiente establecida por Fuji Television cuestionando la afirmación de que su defendido cometió violencia sexual. Su abogado calificó la conclusión de la comisión como un «problema extremadamente grave» y exigió la presentación de las pruebas que la sustenten.
Este caso fue revelado por la revista Weekly Bunshun y otros medios en diciembre del año pasado. En enero de este año, Nakai admitió el incidente, se disculpó y luego anunció su retiro total del mundo del espectáculo.
Luego, una comisión independiente publicó en marzo el resultado de la investigación del conflicto entre Nakai y una ex presentadora de Fuji TV, manteniendo bajo secreto lo ocurrido en el apartamento del ex talento. Si bien el abogado Akira Takeuchi, presidente de la comisión, señaló que la ex presentadora accedió a levantar la confidencialidad, la negativa de Nakai a hacerlo complicó la investigación.
NAKAI EXIGE PRUEBAS DE VIOLENCIA SEXUAL
Sin embargo, la defensa de Nakai argumenta que, aunque inicialmente propuso levantar la confidencialidad, la comisión respondió que los eventos en la «habitación privada» no eran el foco directo de la investigación. Tras una declaración de seis horas por parte de Nakai, su equipo legal lamentó que su versión apenas se reflejara en el informe comisión, que consideran basado en «pruebas de oídas» de dudosa validez.
La comisión concluyó que la ex presentadora sufrió violencia sexual por parte de Nakai en junio de 2023. Sin embargo, los abogados de Nakai afirman ahora en que una investigación exhaustiva no reveló actos que se correspondan con la definición habitual de «violencia sexual» en japonés. Critican además el uso de una definición amplia del supuesto delito y un informe falto de neutralidad daña la reputación de su cliente.
OBJETIVO: DESACREDITAR LA INVESTIGACIÓN
En este contexto de negación legal, persiste una pregunta en el aire: si Nakai Masahiro no cometió abuso sexual, ¿por qué se retiró abruptamente de la vida artística, pidió disculpas, pagó una indemnización, firmó un acuerdo de confidencialidad con la víctima y provocó uno de los escándalos más grandes de la televisión japonesa?
Ahora, la estrategia de Nakai exige pruebas a la comisión independiente de Fuji TV para desacreditar la credibilidad de la investigación y sembrar dudas sobre la legitimidad de la «afirmación de violencia sexual».
La batalla legal apenas comienza, dejando muchas interrogantes sobre la verdad detrás del conflicto y las motivaciones detrás del retiro de una figura pública. En el balcón se encuentra la justicia japonesa que pasa el bochorno de no haber intervenido hasta ahora en un caso de supuesto delito sexual que el supuesto responsable pretende solucionar con dinero. (RI/AG/IP/)
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