
El Papa Francisco, líder espiritual de más de 1.300 millones de católicos en el mundo, falleció hoy, 21 de abril, a los 88 años. Nacido como Jorge Mario Bergoglio en Buenos Aires, Argentina, fue el primer pontífice de América Latina y el primero no europeo en más de 1.200 años. Ocupó el trono de Pedro desde 2013, tras la renuncia de Benedicto XVI.
Durante sus cerca de 12 años de pontificado, el Papa Francisco se destacó por su estilo cercano, su enfoque pastoral y su firme defensa de los más vulnerables. Bajo el lema de una «Iglesia pobre para los pobres», promovió una visión inclusiva y solidaria del catolicismo, rompiendo con algunas de las rigideces tradicionales.
UN PONTÍFICE DE CAMBIO Y CERCANÍA
Francisco fue elegido como el 266.º Papa en marzo de 2013, convirtiéndose en el primer jesuita en asumir ese rol. Su elección marcó un cambio histórico en la Iglesia católica, tradicionalmente eurocéntrica, al provenir de una región periférica como América del Sur.
Desde el inicio, promovió una Iglesia que actuara como “un hospital de campaña”, enfocada en sanar las heridas humanas más profundas: la pobreza, la desigualdad, el exilio, la guerra. Fue una figura clave en temas de justicia social, defensa del medioambiente y derechos humanos.
También enfrentó resistencias dentro del clero más conservador por su apertura a los divorciados, los homosexuales y su crítica a la rigidez doctrinal. Su liderazgo se caracterizó por un fuerte sentido pastoral y por enfrentar con decisión los escándalos que afectaron a la Iglesia, como los abusos sexuales o las irregularidades financieras en el Vaticano.

SU VISITA A JAPÓN Y EL DESARME NUCLEAR
En noviembre de 2019, Francisco visitó Japón, siendo el primer Papa en hacerlo después de 38 años. Su mensaje desde Hiroshima y Nagasaki fue claro y contundente: “Poseer armas nucleares es inmoral”. En un discurso pronunciado en el Parque Memorial de la Paz de Hiroshima, abogó por un mundo sin armas nucleares, rechazando la doctrina de disuasión.
El Papa había soñado con ser misionero en Japón durante su juventud, y su visita fue considerada profundamente simbólica, especialmente por su pertenencia a la Compañía de Jesús, congregación que jugó un papel clave en la historia del cristianismo en el país.
INTERVENCIONES DIPLOMÁTICAS Y LIDERAZGO GLOBAL
Francisco también dejó una huella significativa en el plano diplomático. En 2015, su mediación fue crucial para la reanudación de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba. En el conflicto sirio, criticó los ataques militares y pidió protección para los cristianos perseguidos por el Estado Islámico.
En 2015, publicó la encíclica Laudato Si’, un fuerte llamado de atención sobre la crisis climática y la destrucción de los ecosistemas. Su mensaje influyó directamente en la creación del Acuerdo de París.
Otro de sus logros fue el acercamiento diplomático con China, donde desde 1951 no existían relaciones formales. En 2018, firmó un acuerdo histórico con el gobierno chino sobre el nombramiento de obispos, buscando unir a la Iglesia oficial y la clandestina.
Francisco impulsó reformas profundas dentro del Vaticano. Combatió la corrupción financiera, intervino en el problemático Banco del Vaticano y aplicó tolerancia cero a los casos de abusos sexuales cometidos por clérigos. Su legado también incluye una modernización del gobierno eclesiástico, orientado a la transparencia y la ética.
El Papa Francisco será recordado como un líder espiritual que habló con la autoridad de la compasión. Cercano a los pueblos, crítico del poder económico desmedido, defensor de la paz y pionero en humanizar la figura papal, su fallecimiento marca el fin de una era de renovación en la Iglesia Católica. (RI/AG/IP/)
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