
El gobierno de Japón ha decidido no avanzar con el plan de entregar entre 30.000 y 50.000 yenes en efectivo a cada ciudadano como medida para contrarrestar los efectos de la inflación y las recientes tensiones comerciales con Estados Unidos. Así lo confirmaron hoy varias fuentes de la coalición gobernante. La decisión responde al alto costo del plan, que requería varios billones de yenes en recursos, y al rechazo mayoritario de la opinión pública.
En lugar de aprobar un presupuesto adicional durante la actual sesión del Parlamento, el Ejecutivo centrará sus esfuerzos en formular un nuevo paquete de medidas económicas. Este incluirá subsidios dirigidos a mitigar el impacto del alza en los precios de servicios básicos como electricidad, gas y gasolina. Para financiarlo, se utilizarán fondos de reserva asignados en el presupuesto del año fiscal 2025.
CRÍTICAS AL PLAN DE PAGOS DIRECTOS
La propuesta de pagos en efectivo había sido discutida como una política destacada de cara a las elecciones de la Cámara Alta en julio. Sin embargo, sondeos recientes mostraron un amplio rechazo. Una encuesta realizada por Mainichi Shimbun reveló que el 57% de los encuestados no apoyaban la medida, mientras que solo el 20% la valoraba positivamente.
“El dinero en efectivo termina en ahorros, no en consumo”, advirtió un alto dirigente del Partido Liberal Democrático (PLD), quien además sostuvo que “entregar ayudas así solo nos haría perder votos”. El propio primer ministro Shigeru Ishiba habría expresado a sus asesores que “si a la gente no le gusta, no tiene sentido hacerlo”.
También fue descartada la propuesta de utilizar el programa “My Number Points”, una iniciativa de incentivos ligada a la tarjeta de identificación nacional, como alternativa al efectivo.
SUBSIDIOS ENERGÉTICOS EN MARCHA
En lugar de repartir dinero, el gobierno priorizará medidas más específicas para aliviar la carga de los hogares. Entre ellas, se contempla re-instaurar desde junio los subsidios a las tarifas eléctricas y de gas —que habían finalizado en marzo— como medida ante las olas de calor previstas para el verano.
Por otro lado, se adelantará al mes de mayo la implementación del subsidio al combustible, que cubrirá 10 yenes por litro. Esta medida cuenta con el respaldo de los partidos de gobierno, PLD y Komeito.
Se estima que el paquete será financiado con aproximadamente 700 mil millones de yenes del fondo de reserva incluido en el presupuesto del año fiscal 2025.
La decisión de postergar un presupuesto adicional también responde a la incertidumbre generada por las próximas negociaciones arancelarias con Estados Unidos, que comienzan este jueves. El gobierno considera que no puede anticipar los efectos económicos de estas conversaciones, impulsadas por la política comercial del expresidente Donald Trump. (RI/AG/IP/)
Descubre más desde International Press - Noticias de Japón en español
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.