
Después de una semana turbulenta en los mercados, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió aplicar una excepción clave en su guerra arancelaria global: los teléfonos inteligentes, computadoras y otros productos electrónicos quedaron temporalmente exentos de sus nuevos “aranceles recíprocos”.
La medida fue detallada en una instrucción publicada por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU, la cual libera a esta electrónica de consumo —gran parte de la cual se fabrica en China— de la escalada arancelaria de Trump, incluyendo el arancel base del 10 % que aplicaba a todos los países.
Además, el equipo utilizado en la producción de semiconductores también ha sido excluido de los aranceles, una decisión clave para proteger las cadenas de suministro tecnológicas y reducir el impacto en la manufactura global.
CON ARANCELES, UN IPHONE COSTARÍA ¥335.000
A pesar de la exención temporal, la industria tecnológica no respira aliviada. Según analistas bursátiles estadounidenses, si los aranceles terminan aplicándose, Apple podría verse obligada a subir significativamente el precio de sus dispositivos para compensar los costos.
En el caso del iPhone, el ajuste podría ser de hasta un 43 %, lo que elevaría el precio del modelo más alto a unos 2.300 dólares (aproximadamente 335.000 yenes). Este aumento sin precedentes respondería directamente al impacto de los aranceles impuestos a productos de origen chino, en medio de una escalada comercial que parece no tener fin.
El pasado 9 de abril, Trump anunció la suspensión por 90 días de los nuevos aranceles sobre la mayoría de los países. Esta decisión llegó tras fuertes caídas bursátiles y una creciente presión de sectores industriales. En respuesta, la Unión Europea congeló sus medidas de represalia y China anunció un aumento de sus aranceles sobre productos estadounidenses, del 84 % al 125 %.
Aunque ciertos productos electrónicos han sido eximidos, muchos de ellos seguirán enfrentando una tarifa del 20 % impuesta anteriormente como parte de la política de Trump contra el tráfico de drogas. Además, el presidente ha insinuado que podría aplicar aranceles específicos a sectores como el de los semiconductores, fundamentales para la industria tecnológica global. (RI/AG/IP/)
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