
El Acuario de Otaru, en la ciudad de Hokkaido, ha denunciado la desaparición de dos cochecitos de bebé de uso gratuito. Los incidentes ocurrieron el 4 de febrero y el 17 de marzo, y hasta la fecha no han sido devueltos. La facilidad con la que cualquier visitante podía utilizar estos cochecitos parece haber sido aprovechada indebidamente, lo que ha llevado a la administración del acuario a considerar cambios en su política de préstamos.
El personal del acuario ha expresado su decepción ante estos actos y ha solicitado a quienes tengan los cochecitos que los devuelvan. La intención del servicio era facilitar la visita a familias con niños pequeños, pero el abuso del mismo podría llevar a su eliminación.
En redes sociales, los usuarios han reaccionado con indignación, calificando el hecho como un acto de «robo» y lamentando que este tipo de comportamientos puedan acabar con servicios pensados para el bienestar de los visitantes.
LAS CESTAS DE LOS SUPERMERCADOS
El problema de la sustracción de objetos de uso compartido no se limita a los acuarios. En supermercados de Japón, como el Super Marusan de Yoshikawa, Saitama, se ha registrado un número alarmante de cestas de compra desaparecidas. Según el gerente, aproximadamente 100 cestas desaparecen cada seis meses.
La facilidad con la que estas cestas pueden ser transportadas parece incentivar su desaparición. Algunas personas las usan para otros fines en casa, como almacenamiento de ropa, sin considerar que están afectando el funcionamiento del establecimiento. Esto ha llevado a que, en días de mayor afluencia, como domingos y jornadas de ofertas, los supermercados se queden sin suficientes cestas para los clientes.
Para frenar esta problemática, algunos supermercados han implementado medidas como colocar letreros visibles que indican que las cestas no deben sacarse del establecimiento y eliminar los mangos de las cestas de pago para dificultar su transporte. Sin embargo, el problema persiste.
SOLUCIONES PREVENTIVAS
El consultor en gestión de crisis, Tetsutaku Okawa, sugiere que los negocios deben tomar medidas tanto de seguridad como de concienciación para evitar estas situaciones. Entre las soluciones propuestas está la implementación de sistemas de depósito, en los que los usuarios deban pagar una cantidad reembolsable para acceder a cochecitos o cestas, así como campañas de concienciación para reforzar la importancia de respetar estos servicios.
Algunas cadenas de supermarket como Rosen, del grupo Sostetsu, han implementado, desde hace un tiempo, carritos de compras que se destraban con la inserción de 100 yenes, los mismos que son devueltos al terminar las compras. Otros almacenes y home center también han procedido a retirar las asas de las cestas y controlar visualmente que no sean extraídas del local. (RI/AG/IP/)
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